"Han venido más de 600 compradores para la feria, cosa que es muy buena en una época de crisis, se ha batido el récord de compradores de Nueva York, de las grandes tiendas y de una serie de marcas importantes", dijo la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz, antes de inaugurar el desfile.
La feria celebra este año su décimo segunda edición y, según Aráoz, esperan concretar negocios por 73 millones de dólares, que es la cifra que se alcanzó en 2008.
"Eso esperamos tener en ventas, es un año complicado pero vemos que las oportunidades de negocio son importantes", apuntó la ministra.
El diseñador Jorge Luis Salinas abrió el desfile, que estuvo auspiciado por la revista de moda Vogue, con unas vistosas camisetas con el diseño del escudo peruano en brillos y lentejuelas.
Sus modelos también mostraron reproducciones de animes japoneses y pantalones de mezclilla con parches de colores intensos, como el rojo, verde, amarillo y fucsia, que suelen verse en los vestidos de las mujeres del Andes.
Salinas extendió los colores a las sandalias de sus maniquíes y a unas canastas tejidas de paja que reproducían diminutos sombreros de copa.
Los abrigos invernales de lanilla salieron a la pasarela con la marca Fina, de la diseñadora Beatriz Leigh, que abrió su exhibición con una gran caperuza de color rojo y caída estilo globo sobre las caderas.
Los sacos cortos van entallados en la cintura, con grandes hombreras y cuellos altos, mientras que sus faldas mantienen el diseño globo y voluminoso. Su paleta de colores va del hueso, al morado, gris y marrón.
Por su parte, Claudia Jiménez se inspiró en los bordados, encajes y sombreros que las mujeres andinas lucen en sus vestidos de gala.
La diseñadora mostró vestidos con infinidad de capas, pedrería y drapeados, mientras que sus blusas de gasa, llevaban chalecos y pantalones de seda entallados.
Algunos de sus vestidos de noche, que van en marrón, crema, hueso o carne, también evocan las enaguas de las antiguas damas, de tiras y entallados en el busto, y delgados encajes hasta el piso.
A su turno, Susana Piqueras escogió los motivos étnicos en sus vestidos y chompas tejidas de lana.
Los chales sobre los hombros cubren sus vestidos de punto, entallados o sueltos sobre la silueta, y sus largas chompas -jersey- llegan a las rodillas sobre pantalones de mezclilla.
La mujer elegante y femenina fue la visión del diseñador Gerardo Privat, que la vistió con abrigos cortos, entallados con cinturones de lazo, y faldas a la rodilla, diseño tulipán invertido.
Los colores de Privat son el marrón, guinda, gris y el fucsia en un vestido de terciopelo de escote profundo.
La editora de Vogue para Latinoamérica, Eva Hugues, destacó el talento, la creatividad, la pasión y la dedicación en la muestra exhibida hoy en Lima, tras recordar que su interés en auspiciar una feria como ésta es precisamente "impulsar, promover y respaldar la moda peruana".
Los desfiles de una selección de los 400 confeccionistas que participan en la feria se realizarán hasta el viernes, cuando se clausurará la exhibición.