Después de un año en prisión por el atropello mortal de Benjamín Olalla, Farruquito intenta seguir con su vida y con su trabajo, pero con más tranquilidad. Durante la rueda de prensa que ha dado para presentar su nuevo trabajo los organizadores han pedido que no se hiciera ninguna pregunta referente a su estancia en la cárcel, pero ha sido inevitable.
Preguntado sobre la influencia que ha tenido lo vivido en este año sobre su espectáculo el bailaor asegura que "cualquier experiencia en la vida enseña. Aprendes a vivir la vida más lenta. No tengo prisa ninguna por demostrar nada. Para mí, poder hacer esto era como un sueño".
El bailaor sevillano vuelve a los escenarios con un espectáculo que lleva el nombre de 'Puro', cargado de baile de raíz que propone un recorrido por los principales palos del flamenco. Un cuerpo de 14 músicos y la presencia estelar de Manuel Molina acompañan a Farruquito en su nuevo espectáculo que fusiona los elementos naturales (agua, tierra, fuego y aire) con los palos más significativos del flamenco.
De esta manera, Farruquito rescata los orígenes y la historia de este género al que ha dedicado su vida entera. El bailaor también firma la dirección, música y coreografía del montaje, cuyo vestuario está diseñado por Victorio y Lucchino y Hugo Boss.
Con pulsera telemática
Instituciones Penitenciarias ha concedido al artista la posibilidad de contar con una pulsera de control telemático, dispositivo que ofrece una mayor autonomía a los ciudadanos que cumplen las últimas partes de sus condenas. Con esta medida ya no tendrá que dormir en la cárcel.
De esta manera, Juan Manuel Fernández Montoya se ha convertido en uno de los casi 70 internos de Sevilla que usan dispositivos de control telemático.