John Malkovich se mete a ritmo de arias en la mente de un asesino

AGENCIA EFE 01/07/2009 00:00

El intérprete se ha sacudido la brillantina de Hollywood y se ha subido a las austeras tablas del teatro Ronacher de Viena para encarnar a Jack Unterweger, un asesino en serie que entre 1990 y 1992 acabó con la vida de al menos nueve prostitutas en Austria, República Checa y EEUU.

El espectáculo lírico-teatral "The Infernal Comedy" narra en primera persona las andanzas de ese criminal apoyado en las arias que recitan las sopranos Aleksandra Zamojska y Laura Aikin, que encarnan a las mujeres que se suceden en la vida del asesino.

Unterweger relata desde el infierno su vida en lo que parece una relectura de Don Juan aderezada con toques de un humor propio de Woody Allen, pero la obra va transitando gracias a Malkovich de la comedia al drama más negro conforme avanza.

Como contrapunto, las cantantes interpretan clásicos como "Sposa son disprezzata" de Vivaldi, y "Ah, perfido" de Beethoven, entre otras arias que tratan sobre el maltrato a las mujeres.

Y ante ellas, como antagonista y muchas veces como verdugo, se encuentra Unterweger, en un papel inquietante que borda un Malkovich especializado en personajes difíciles desde que deslumbrará como el vizconde de Valmont en "Las amistades peligrosas" (1988).

Mucho antes de Josef Fritzl Austria ya estuvo bien representada en el museo de los horrores contemporáneos con Unterweger, protagonista de una de las historias criminales más rocambolescas.

Unterweger estranguló en 1974 a una joven de 18 años en Salzburgo. La policía dio pronto con él y un tribunal le condenó a cadena perpetua. En la cárcel empezó a escribir y sus textos, especialmente su autobiografía y sus poemas, tuvieron buena acogida entre los intelectuales de lengua germana.

Pronto se crearon comités para solicitar que se le conmutara la pena y lo más granado de la intelectualidad austríaca firmó peticiones de excarcelación, incluida la que sería premio Nobel de Literatura en 2004, Elfriede Jelinek.

En 1989 salió libre convertido en una celebridad. Siempre se dejaba ver vestido como un "dandy" en los cócteles más selectos, sus obras de teatro, reportajes y lecturas eran elogiadas, y su fama de seductor crecía por su tumultuosa vida amorosa.

Pero a su paso iban apareciendo cadáveres. Seis meses después de estar en la calle encontraron muerta a una prostituta estrangulada con su ropa interior, en la que aparecía lo que se suponía la firma del asesino: un extraño nudo.

Esas mismas marcas se suceden en otras seis mujeres asesinadas, entretanto Unterweger llegó a aparecer en debates televisivos en los que daba su opinión como "experto" sobre esas muertes y trabajó con la policía para dar con el culpable.

"Imagínense la sensación de omnipotencia, de poder absoluto sobre la vida y la muerte", reflexionó Unterweger-Malkovich en una parte de la obra.

Cuando viajó a Los Ángeles para participar en tertulias y hacer un reportaje sobre la situación de la prostitución, aparecieron tres cadáveres con las mismas marcas, y la policía cerró el círculo sobre él.

La fiscalía austríaca le acusó de 11 asesinatos y el Tribunal que le juzgó consideró probado que acabó con la vida de nueve mujeres, por lo que le condenó a cadena perpetua. Unterweger se suicidó en su celda en 1994 poco después de conocer la sentencia.

Una larga ovación, con parte del público puesto en pie, ha sido el reconocimiento a una obra que logra extraer varios registros del mejor Malkovich, que es el auténtico sosten de todo el espectáculo.

Para el actor estadounidense "la sociedad fracasó en el caso de Unterweger y el resultado fueron más muertes. Se debería de haber juzgado a quienes trataron de salvar a Unterweger".

"Se ha creado mucha propaganda sobre cómo se puede redimir y salvar a la gente. Pero no se puede salvar a todo el mundo", reflexionó el actor en un encuentro con la prensa antes del estreno.

El espectáculo se representará en Viena hasta el domingo, y la próxima parada de esta obra experimental será el Festival Castell de Perelada, en la provincia catalana de Gerona, en el noreste de España.