Un canal de televisión mexicano mostró el informe policial en el que se leía la frase recibida por Juanes, atribuida al filósofo francés Voltaire, aunque modificando su sentido: "Odio lo que estás diciendo, pero morirás defendiendo tu derecho a decirlo".
La frase original es: "No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Otro de los mensajes decía: "Prefiero morir en la batalla que en prisión. Paz sin libertad".
El cantante aseguró que "teme por su seguridad y la de su familia", de ahí que esté pensando en suspender el concierto en La Habana, una actividad que organizaciones cubanas y artistas en el exilio han interpretado como una manifestación a favor del régimen de la isla.
El embrollo político, sin embargo, sigue, porque tras la denuncia en EEUU realizada el pasado 15 de agosto, el equipo del cantante continúa los preparativos para su presentación en Cuba.
Su representante, Fernán Martínez, en la isla, aseguró este jueves que está trabajando "para armar un concierto blanco y sin colores".
Juanes, por su parte, ha advertido en su página de Twitter que tiene un paparazzo frente a su casa casi las 24 horas del día y que otros fotógrafos le confiaron que éste "estaba planeando hacerme una trampa para que yo 'reaccionara'".
Desde que el ganador de doce Granmy Latinos mostró su intención de dar un concierto en la isla dedicado a la paz se ha levantado la polémica entre la comunidad cubana en el exilio que lo acusan de ignorar los cientos de presos políticos que permanecen en las cárceles castristas.
La pasada semana, un grupo de cubanos residentes en Miami destruyó a martillazos copias de discos del cantante colombiano y quemaron camisas negras. Otros artistas, como Miguel Bosé, Ana Belén y Victor Manuel, por el contrario han expresado su apoyo a Juanes, además de su disposición a participar en el concierto.