Algunos han acusado al cantautor valenciano de 'haber vivido del concierto del 68 todos estos años'. Aunque él recuerda ahora en 2008 de vuelta en Madrid que con ese concierto no ganó una peseta. Más allá de gustos musicales, mensajes políticos o vitales, o tendencias lingüísticas, Raimon es un personaje clave de los movimientos sociales que se vivieron en España a partir de los años 60. Así como un elemento ineludible de la música española.
Hace más de cuarenta años nació 'la otra canción'. A principios de la década de los 60 cuando lo único que se escuchaba en España o se bailaba o era militar, entonces un joven valenciano compuso la canción que cambiaría su vida: 'Al vent'. Su música que no cabía en los guateques ni en la Iglesias buscó su propio lugar y sentido.
Con su primer disco recién parido con cuatro canciones surgió la Universidad como escenario para la música de Raimon. Sus conciertos sirvieron para apoyar el movimiento estudiantil del momento y también, en muchos casos, como actos de solidaridad a huelgas como la de los mineros en Asturias. O como el caso del mítico concierto de la Complutense que buscaba fondos para ayudar a los obreros de la empresa Pegaso.
Esta semana con Raimon en Madrid recordando los que fueron y lo que significó ese concierto y esa época profesores que vivieron el momento como Jaime Soler Antonio Elorza o Ferrán Montesa han reflexionado sobre el verdadero valor de aquel concierto, de aquella 'revolución'. Haciendo hincapié en el carácter selectivo de la memoria que llevará a cada uno de los universitarios de los 60 a recordar de refilón a aquellos pocos que "como no estudiaban se dedicaban a esas cosas" o a rememorar aquellos días como momentos que sirvieron para sacudir las conciencias, también bajo la duda del axioma: "creíamos estar haciéndolo pero no lo hacíamos".
Universitarios que pertenecían a una élite que reivindicaba la lucha obrera cuando tan sólo el 0,8 por ciento de los estudiantes era hijo de obrero. Cuando la juventud fue por primera vez una identidad más allá de una etapa de la vida.
Otras protestas 40 años después
A priori, sin fines políticos ni lucha contra el orden establecido esta noche la voz catalana que calentó las mentes revolucionarias de hace cuarenta años volverá a vibrar en la Complutense. Donde ya no se reúnen los jóvenes en 'cuadernos orales' para leer a Brecht o artículos de la 'Tribuna' organizados en voz baja por el PC (ahora tan sólo entendible como Personal Computer como apuntaba Montesa). Aunque si bien es cierto que . Aunque estas protestas no se han saldado ni con expedientes sancionadores, ni cárceles, ni cierre de la universidad. este mes de mayo los encierros, asambleas y protestas han vuelto a la Complutense en una movilización contra el encierros, asambleas y protestas han vuelto a la Complutense en una movilizaciónproceso educativo de Bolonia