Sepúlveda gana el Primavera con una novela que reivindica a los perdedores

EFE 19/02/2009 06:36

El español José María Beneyto fue la sorpresa de esta XIII edición al quedar finalista con su primera novela, "Los elementos del mundo", una crónica novelada de la Alemania de entreguerras que contiene en sus páginas una gran reflexión sobre los orígenes del nazismo y sobre el sentimiento de culpa.

Convocado por la editorial Espasa Calpe y Ámbito Cultural de El Corte Inglés, este premio, uno de los de mayor repercusión entre los países hispanohablantes, está dotado con 200.000 euros (más de 250.000 dólares) para la obra ganadora y con 30.000 (38.000 dólares) para la finalista.

Con más de veinte millones de libros vendidos en el mundo, Luis Sepúlveda reside en la ciudad española de Gijón desde hace años, pero hoy la noticia del premio le sorprendió en Santiago de Chile.

Ángel Basanta, miembro del jurado, explicó las claves de "La sombra de lo que fuimos", una obra en la que "se ve la maestría de un autor que sabe contenerse y manejar los elementos narrativos con la sutileza propia de quien lo ha hecho muchas veces antes".

No en vano, Sepúlveda (Ovalle, Chile, 1949) tiene su obra traducida a sesenta idiomas -en concreto, su famoso libro "Un viejo que leía novelas de amor"- y mereció premios como el Rómulo Gallegos, el Gabriela Mistral, el Tigre Juan o el Superflainao.

Con humor e ironía, casi en tono de parodia, Sepúlveda obtuvo el Premio Primavera con una novela de "exilio y desexilios".

En "La sombra de lo que fuimos", el autor refleja el desengaño de tres chilenos sexagenarios, quienes, desde "su presente de frustración y fracaso", evocan su juventud en los años sesenta y setenta, su relación con células comunistas y socialistas y con el Gobierno de Salvador Allende, para recordar después el golpe de Estado de Pinochet, el exilio en países de Europa y el regreso a un Chile en democracia.

El azar juega un papel importante en esta novela cuyos protagonistas, Cacho Salinas, Lolo Garmendia y Lucho Arencibia, tres antiguos militantes del ELN, el grupo de elite del partido de Allende, se vieron condenados al exilio y al desarraigo, tras la sangrienta represión que vivió Chile durante la dictadura.

Basanta destacó "la gracia y comicidad" con que está escrita la novela de Sepúlveda, quien, "de vuelta ya un poco de todo, hace una parodia de la que no se salva casi nadie: ni la Rumanía de Ceaucescu, ni su juventud revolucionaria, ni el Gobierno de Allende".

"Pero es un humor sin acritud, que no hiere; un humor de origen cervantino, propio de un maestro de la literatura castellana", afirmó Basanta, miembro del jurado, que en esta edición estuvo presidido por Ana María Matute.

Sepúlveda, en unas declaraciones a Efe, aseguró que "nunca se va a saber suficiente y es muy poco lo que se ha escrito" sobre el golpe de Estado de Augusto Pinochet y la dictadura militar.

"Es un problema de toda la sociedad dar a conocer lo que realmente ocurrió y los grandes traumas del pasado. Si una novela sirve para que otras personas conozcan mejor a los que fueron protagonistas, en este caso los perdedores, las víctimas de nuestra historia, me parece muy bien", señaló.

El novelista confesó que se siente "muy contento y feliz" y reveló que la obra premiada contiene elementos autobiográficos y datos verídicos de la historia chilena.

La convulsa Alemania de entreguerras, un período muy distinto al de la novela ganadora, es el telón de fondo de "Los elementos del mundo", la primera incursión de José María Beneyto en la narrativa y que hoy ha merecido quedar como finalista del Premio Primavera.

Beneyto, director del Instituto Europeo de la Universidad San Pablo-CEU, asistió al fallo del premio y, según dijo, en los años que estudió y residió en Alemania pudo comprobar la presencia "casi epidérmica" que lo ocurrido durante el nazismo y el holocausto judío tienen todavía entre los alemanes.

Autor de varios ensayos, profundiza en ese período para "intentar explicar también qué ocurre hoy con Europa", de dónde viene ese sentimiento de culpa que "todavía lastra el proceso europeo".