Según ha indicado la Asociación de Usuarios de la Comunicación, AUC coincide con las televisiones comerciales en abierto "en la importancia de concienciar a los padres y a los adultos en general sobre la utilización de este dispositivo de control y de su responsabilidad sobre los contenidos televisivos que se ven en el hogar o a los que pueden acceder los más pequeños".
No obstante, AUC ha defendido que, para que el control parental sea verdaderamente eficaz, es necesario que en origen la programación televisiva esté "correctamente" calificada por edades, y también que toda la información digital de las guías electrónicas de programación (EPGs) "de las que se nutre el sistema de filtrado en destino para impedir el visionado coincida con la señal ética de calificación por edades que aparece en pantalla".
Por este motivo, ha pedido a las televisiones "un mayor esfuerzo en ambos sentidos, ya que muchas veces los problemas radican precisamente en una calificación insuficientemente garantista para la protección del menor y en la descoordinación entre la información digital y la gradación por edades otorgada por la cadena".