Las canciones de Chavela Vargas y su voz han inundado la plaza Garibaldi para darle el último adiós. Bajo una lluvia incesante, miles de mexicanos se han reunido para darle el último adiós a una de sus ciudadanas más ilustres.
Ella nunca quiso que la velaran en las funerarias porque le parecían sitios fríos y, como fue su deseo, ha estado rodeada de todos los que la quieren y de sus fans.
Su poncho rojo abriga el féretro de esa mujer que dio a las rancheras y a los boleros el estilo amargo, libre y sentimental con el que vivió. La capilla ardiente situada en la plaza de Garibaldi ha estado adornada por flores blancas y grandes fotos de la artista que tanto amó a México.
Chavela Vargas será incinerada y sus cenizas serán esparcidas en el cerro del Chalchi, donde pasó los últimos años de su vida.
La cantante se despedía de todos sus admiradores y seguidores con este epitafio, que se puede leer en su perfil de Twitter: "Silencio, silencio: a partir de hoy las amarguras volverán a ser amargas... Se ha ido la gran dama Chavela Vargas".