La intérprete no solamente triunfa en el terreno profesional, puesto que acaba de estrenar Palmeras en la nieve, sino que también disfruta de una gran momento sentimental junto a su pareja Gonzalo, con el que trabajo precisamente en el film.
En esta ocasión, la actriz aprovechó el buen tiempo reinante en la Sierra de Madrid para salir a caminar con sus dos preciosos perros, Peache y Noa, a los que Adriana adora. No le acompañaba su novio Gonzalo, que quizás tenía otros asuntos que atender.
Aunque está promocionando su último trabajo, Palmeras en la nieve, una historia de amor entre dos culturas y dos continentes durante el siglo pasado basada en el libro homónimo de Luz Gabás, saca tiempo de su apretada agenda para estar con su gente. Además, será la protagonista de la nueva película de Almodóvar, todo un triunfo en el mundo de la interpretación.
A primera hora de la mañana, Adriana, equipada con ropa deportiva, caminaba feliz junto a sus mascotas. La más grande, un perro de agua, iba sin correa, mientras que el más pequeñito lo lleva cogido con la correa. Lucía unas originales mallas en las que se podía leer "Atrápame". Para no pasar frío, se puso también una camista térmica de color rosa. Se decantó por unas zapatillas coloridas y atrevidas.