"De Algeciras a Estambul" rescata del "exilio" a los sefardíes españoles

AGENCIA EFE 21/04/2009 10:32

La novela, ganadora del premio Ateneo de Valladolid en su LV edición y presentada hoy en Sevilla, nació hace muchos años, cuando el escritor viajó a Estambul en 1982 y entró en contacto con la historia de los sefardíes españoles que vivían en Turquía.

"Sin yo saberlo, la novela estaba gestada cuando realicé el primer viaje a Estambul, cuando conocí a los sefardíes", ha explicado a Efe Francisco Núñez.

"El escritor siempre tiene una especie de archivo en el que, sin saberlo, va guardando cosas hasta que, de pronto, esas cosas te piden salida y aparecen con alguna excusa", ha precisado.

Una excusa que Francisco Núñez encontró en Grecia hace dos años en el segundo de los viajes que han marcado el proceso de creación de la novela.

En este viaje, el escritor tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la "lucha de liberación de las ciudades griegas" y, al volver a España, ya estaba en su cabeza la idea de escribir una novela histórica con la lucha por la independencia griega bajo el yugo del imperio otomano como argumento.

Sin embargo, 'De Algeciras a Estambul' no es una sucesión de hechos históricos sino una novela en la que los hechos reales se enlazan a través de personajes de ficción ya que, según el propio autor, "una novela histórica no tiene que ser verdad, tiene que ser creíble. Si todo es verdad se convierte en un libro de historia".

Entre los acontecimientos y personajes que dan forma a este anclaje en la realidad, destaca la figura de Lord Byron, cabeza visible del romanticismo que vive su estallido en paralelo a los movimientos nacionalistas de principios del siglo XIX.

El poeta inglés luchará codo con codo con Santiago Piñeiro, el exiliado protagonista de esta novela que se ve obligado a abandonar España en 1823, tras la invasión del Ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis y la caída del régimen constitucional, y que acabará luchando en la filas de los sublevados griegos por una libertad que no puede defender en España.

De aquella época de romanticismo incipiente, tan sólo ha quedado, sin embargo, "una flor un poco venenosa, que es el nacionalismo radical", según el autor.

"El romanticismo tuvo su época pero eso ya pasó. Cada movimiento político y literario tiene su momento y fuera de ese momento puede ser peligroso", ha puntualizado.