Según Katie Hind, de Sunday People, la actriz no era aún consciente de que ocho años después un cáncer de ovario mataría a su madre, Marcheline Bertrand, o que 14 años después ella misma optaría por una drástica operación para evitar sufrir un destino similar.
Angelina, de 24 años, escribió el guion en 1999 poco antes de ganar un Oscar por su papel en ‘Girl Interrupted’. Su historia de ficción, llamada ‘Skins’, presenta a una joven mujer que opta por la cirugía después de descubrir que su madre tiene una cáncer de mama terminal, informa Mirror.co.uk.
La estrella se quitó los pechos en 2013 porque sabía que su historia familiar la hacía propensa a tener cáncer de mama después de haber perdido a su madre, su abuela y una tía por esta enfermedad. La semana pasada Angelina reveló que también se había quitado los ovarios y las trompas de Falopio como medida de precaución.
Una fuente ha indicado que el guion de la actriz “es una lectura desgarradora, es muy, muy triste. Es tan similar a la historia de Angelina aunque cuando ella lo escribió sin tener ninguna idea”.
“Fue incluso antes de que supiera que su madre Marcheline estaba enferma y varios años antes de su muerte. Es como si basara el personaje en ella misma”.
Angelina, ahora con 39 años, está desarrollando una carrera como directora de cine. Pero empezó a escribir guiones cuando tenía alrededor de 20 años y se estaba convirtiendo en una de las actrices más buscadas de Hollywood.
Angelina ha dicho que tomó la decisión de llevar a cabo su última cirugía después de que los médicos le advirtieran de que tenía un gen que le daba un 50 por ciento de posibilidades de desarrollar un cáncer de ovarios.
En un artículo para la revista de The New York Times, la actriz escribió que “pasé por lo que me imagino que miles de mujeres han sentido. Me dije a mí misma que tenía que ser fuerte, que no tenía ninguna razón para pensar que no viviría para ver a mis hijos crecer y conocer a mis nietos”.
“Llamé a mi marido a Francia y él cogió un avión en unas horas. Lo más bonito de esos momentos es que hay mucha claridad. Sabes para qué vives y lo que importa. Se polariza y es tranquilo. No es posible eliminar todos los riesgos y el hecho es que sigo siendo propensa al cáncer. Buscaré modos naturales de fortalecer mi sistema inmunológico. Me siento femenina y fuerte por las elecciones que estoy haciendo. Sé que mis hijos nunca tendrán que decir ‘Mi madre murió de cáncer de ovarios’”.