Aparece el relato póstumo del 23-F del menorquín Gabriel Cardona

AGENCIA EFE 23/01/2011 11:44

"Las torres del honor" (Ed. Destino) es también la obra póstuma de Cardona, nacido en Es Castell (Menorca) en 1938 y fallecido el pasado 5 de enero en Barcelona a la edad de 72 años.

El ex militar narra en forma de memorias y en primera persona su vivencia personal de unos hechos que pusieron en vilo a España durante largas horas.

Cuando el capitán del ejército Gabriel Cardona se enteró de lo que estaban haciendo sus compañeros de armas en el Congreso de los Diputados la tarde del 23 de febrero de 1981, se puso el uniforme y acudió al cuartel de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) donde estaban los carros y blindados de la guarnición de la ciudad condal. Tenía una encargo importante: que no se movieran de allí.

Según cuenta en el libro, el levantamiento no le supuso ninguna sorpresa; de hecho se lo esperaba, porque hacía años que se oía ruido de sables en los cuarteles.

En esa época, Cardona era integrante de la clandestina Unión Militar Democrática (UMD), que aglutinaba a militares que apostaban por la democratización de España empezando por un ejército eminentemente franquista.

Cardona parte de la narración del golpe de estado para buscar las explicaciones de la sublevación en las entrañas del post franquismo, desde el malestar de los militares ante los primeros ministros tecnócratas del régimen hasta las batallas internas del denominado "búnker". Una crónica de esos años cruciales para la historia de España, contados desde dentro del cuartel.

Cardona ofrece una cruda descripción de la realidad del ejército franquista, que pese a ser uno de los pilares del régimen, estaba mal pagado, mal formado y mal equipado. Y mandado, según el autor, por "sesentones bigotudos".

Un ejército cada vez más acomplejado y encerrado en si mismo, con mandos que fuera del cuartel se vestían de civil por miedo a los atentados de GRAPO o ETA.

Cardona cuenta que durante muchos años, cada 25 de abril, regalaba un ramo de claveles a Sili, su mujer. Era su forma de soñar en la revolución con la que sus camaradas portugueses habían depuesto a Caetano, el último heredero de la dictadura salazarista.

Aunque el menorquín era un demócrata de primera hora y le hubiese gustado reproducir la épica portuguesa en España, conocía demasiado bien la realidad de un ejército franquista convencido y sabía que los fusiles no iban a disparar claveles en España.

El título de "Las torres del honor" hace referencia a los tres diputados que no abandonaron su escaño cuando los guardias civiles entraron pegando tiros en el Congreso: el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, el vicepresidente Manuel Gutiérrez Mellado y el líder comunista Santiago Carrillo, cuyo desafío a los hombres del coronel Antonio Tejero sigue aún en la retina de muchos españoles.

La metáfora es evidente: los tres diputados aguantaron la efímera democracia española. Quien acabó abandonando fue el propio Cardona, y tras el intento de golpe de Estado, dejó la carrera militar para dedicarse a su otra pasión, la historia. "Las torres del honor" es la última historia contada por Cardona, esta vez como historiador y protagonista.