Belleza en estado puro: las mejores fotos de fenómenos meteorológicos del año

El cambio climático ha creado, para bien y para mal, un nuevo nicho de fotografía. De eso se han dado cuenta la Real Sociedad Fotográfica y la Real Sociedad Meteorológica de Reino Unido, quienes acaban de anunciar este septiembre a los ganadores del Premio al Fotógrafo del Tiempo del Año. Las imágenes que ha dejado este certamen son tan estremecedoras como fascinantes. Aunque en esta fotogalería solo están las ganadoras y las finalistas, al concurso se presentaron unas 800 instantáneas: supercélulas, polvo de diamante del Ártico, nubes estratosféricas polares... ha habido de todo y cada cosa más espectacular. Y cada una tiene su particular historia humana: te las desgranamos una a una.

Según su autor, Tim Moxon, cerca de la ciudad de Wray se produjo "uno de los tornados más fotogénicos del año". Cuenta que se encontraban "justo delante de la tormenta, cuando el tornado comenzó, pasando de ser un pequeño embudo a alcanzar un tamaño considerable". Fue justo en ese momento cuando Tim Moxon apretó el gatillo de la cámara y el resto... ya es historia.

La imagen, según su autor, fue tomada en Punta Banco, un pequeño pueblo de la costa del Pacífico de Costa Rica. "He vivido allí durante seis meses el año pasado como un investigador de la Asociación ‘Wild Macaw’". En cuanto a la imagen, muestra un tipo muy raro de rayo conocido como 'sprite' o espectro rojo: “La tormenta se encontraba a lo lejos, en el mar, en un momento que había luna nueva, así que había poca luz y, como resultado, las estrellas eran espectaculares”, ha señalado el fotógrafo. Según indica, "a los treinta segundos de comenzar la exposición comenzaron los ‘sprites’ a iluminar el cielo". Se trata de la única tormenta de relámpagos sprites que el autor ha presenciadO.

Esta fotografía, realizada por Camelia Czuchnicki, representa el choque entre dos células tormentosas en Nuevo México (EE UU), cada una con una corriente ascendente giratoria diferente. Según la autora, se trata de "una vista fantástica y son las rarezas de este tipo de escenas las que hacen que cada año baje a las llanuras de Estados Unidos".

Esta fotografía, que se ha llevado el tercer premio, fue tomada a la hora del mediodía durante una ola de frío. "Basado en las previsiones de la noche anterior, mi hijo James y yo salimos de casa a las 4:30 de la mañana para llegar a la fábrica Jerringfleet, en el norte de Suffolk, un lugar en el que no habíamos estado antes. Cuando llegamos a la fábrica, la temperatura era de -4ºC, con una niebla helada", explica el autor, quien añade que, aunque "sacamos fotografías de todas partes, esta me gustó especialmente por la forma en la que el sol brillaba tras la niebla, con los cañaverales cubiertos de escarcha blanca y el molino envuelto en la niebla". En este sentido, cree que "las condiciones y la ubicación de la imagen dan una sensación real de un invierno de East Angli".

Esta imagen se llevó el Premio del Público. "La imagen muestra el puerto de Whitehaven, en el momento que es golpeado por una ola monstruosa, que hace empequeñecer las estructuras artificiales que la rodean", explica el autor, Paul Kingston, quien añade que pudo sacar la fotografía durante un viaje desde el Condado de Durham hasta la costa oeste de Cumbria". En realidad, él sabía que sería posible tomar este tipo de fenómenos meteorológicos puesto que por ese entonces había una tormenta del Atlántico que envíaba fuertes vientos huracanados , provocando las mejores condiciones para fotografiar grandes olas como esta.

James Bailey, un adolescente que no llega a los 16 años, ha conseguido una cámara Olympus DSLR por haber quedado primero en la categoría 'Menores de 16 años'. Fue tomada en una de las playas de Covehithe. Tal y como explica, "mi familia y yo fuimos a andar por Covehithe con la intención de tomar una imagen como esta, ya que sabíamos por la previsión meteorológica que iba a haber tormenta". Al parecer, el joven pensó en Covehithe por ser un lugar adecuado para disparar en en esas condiciones. Reconoce que tomó fotos por todas parets, pero en esta "se pudo destacar mejor el arco iris, las líneas de granizo, el frente de tormenta, y la luz agradable en las nubes".

Según Mat Robinson, el autor de la imagen, fue difícil "conseguir una exposición en la que apareciera tanto la nieve como el fondo correctamente, pero siento que el efecto de la caída de la nieve se captura aquí perfectamente".

El autor de esta imagen es un 'persecutor profesional de tormentas'. Desde 1989, Stephen Lansdell ha buscado la tormenta más hermosa, y parece que la ha encontrado: "se trata de uno de los shows más espectaculares que he presenciado y que tuvimos el placer de fotografiar", explica.

Esta imagen fue tomada en un viaje de vuelta a York después de un triste fin de semana en el centro de Inglaterra, tal y como explica su autor. Tras haber seguido esta tormenta y estado bajo ella durante 80 millas en la carretera A1 inglesa, "nos encontramos tras ella con una puesta de sol iluminando a estas nubes mastodónticas. La imagen fue tomada en la primera área de descanso que los viajeros encontratorn entre Tadcaster y York.

Según cuenta su autor, Steve M. Smith, "en el momento de tomar la imagen, la presión barométrica era alta y se preveía un tiempo despejado. Sin embargo, en las colinas nos vimos envueltos hasta bien entrada la mañana, cuando surgió claramente la niebla por la cresta hacia Foel Fras en el Carneddau".

Esta imagen fue tomada a finales de abril de 2016 a orillas del río Azul en Glastonbury (Somerset). El paisaje llano de Somerset está marcado por los canales de drejale y vías fluviajes, lo que le confiere, tal y como apunta el autor de la fotografía, "un carácter único". Las claras mañanas que vienen precedidas por anocheceres fríos otorgan un manto de niebla al lugar que se levanta sobre el agua y los pastizales, creando una sensación etérea al paisaje, sobre todo al amanecer. De hecho, se puede ver cómo la escarcha todavía se aferra a la orilla del río cubierto de hierba.

La fotografía fue tomada por un investigador de la British Antarctic Survey, que en ese momento se encontraba en la estación de investigación Halley en la Antártida. "Ese día en particular, vi el halo sol durante la mayor parte del día, causado por el polvo de diamante, un fenómeno donde las partículas de hielo se forman de manera específica por la ligera brisa en el aire, provocando que la luz se refracte en un halo", explica el meteorólogo, quien asegura que se trata de uno de "los más bellos halos solares que he visto en mi vida".

Plynlimon es una hermosa montaña al norte de Ceredigion, en el centro de Wales. Para Allan Macdougall, el autor de la fotogafía, "el invierno es mi época favorita del año allí", ya que "la meseta de la cumbre se transforma como si fuera la tundra ártica, presentando desafíos incluso para los caminantes bien equipados.

A finales de enero y principios de febrero de 2016, un inusual aire estratosférico del Ártico alcanzó Reino Unido, lo que dio lugar a avistamientos de raras y hermosas nubes estratosféricas polares. Al bajar a Alloa para un curso, el autor de esta imagen tomó la fotografía con una vieja cámara difital. Estas nubes, según el autor “tienen un lado siniestro: las reacciones químicas que se forman en la superficie de estas nubes destruyen el ozono”.

Esta fotografía fue tomada, tal y como indica su autora, en "una mañana helada de domingo en el norte de Yorkshire (Reino Unido)". Al parecer la escarcha se había formado en un parabrisas del coche, con un aspecto de grandes plumas. "Me sentí atraída por los colores resultantes al amanecer por el sol", explica.