Miley ha vuelto a ser la protagonista, aunque esta vez no ha hecho ninguna de sus polémicas actuaciones. La cantante se ha llevado el premio a Mejor Video del Año con su ya archiconocido Wrecking Ball. El vídeo dirigido por el tampoco exento de polémicas, Terry Rirchardson, se ha llevado uno de los máximos galardones de la ceremonia.
La cantante, en vez de hacer uso de su tiempo cedió la palabra a un joven indigente para que expresase su situación y que se tome conciencia sobre ello. "La ciudad de Los Ángeles, capital del entretenimiento, tiene un alto índice de jóvenes sin hogar. La industria musical hará más de 6.0000 millones de dólares pero a sus puertas, hay unos 54.000 seres humanos que no tienen hogar", explicaba el joven Jessie.
Beyoncé tampoco quiso ha pasado desapercibida. Recibió el galardón especial, gran impacto en la industria musical, de manos de su marido, el rapero Jay-Z y de su hija, Blue Ivy. La pareja también se llevó el premio a Mejor Colaboración por su tema Drunk in Love.
Beyoncé también obtuvo el premio a Mejor Vídeo con Mensaje por el tema Pretty Hurts, y el premio a Mejor Cinematografía.
Por otro lado, Katy Perry tampoco se fue con las manos vacías y logró el ansiado premio a Mejor Vídeo de Artista Femenino con su videoclip, Dark Horse. En contraposición, el premio para el Mejor Vídeo de Artista Masculino fue a parar a la colaboración entre Ed Sheeran con Pharrell williams para el tema, Sing.
En las categorías específicas, Rock, Pop y Hip-Hop los galardonados por orden fueron, Lorde por Royals, Ariana Grande con Iggy Azalea con el tema Problem y Drake con Majid Jordan y su tema Hold On (We're Going Home).