La X Bienal de La Habana se inaugura con una amplia representación del arte latinoamericano

AGENCIA EFE 26/03/2009 18:44

Cucarachas gigantes trepando por los muros del museo de Bellas Artes, una fábrica de globalización hecha de madera o una "estrella" que durante un mes iluminará La Habana a unos 300 metros del suelo, son algunas de las obras que desde el viernes y durante todo abril podrán ser observadas por el público habanero.

Obras del japonés Tatsuo Miyajima y la sudafricana Sue Williamson convivirán y dialogarán estos días con el trabajo de exponentes del arte latinoamericano como el argentino León Ferrari, que no asiste a la cita pero envía a su equipo; el puertorriqueño Antonio Martorell y la guatemalteca Regina Galindo.

La nómina regional crece con el también guatemalteco Darío Escobar, el brasileño Paulo Bruscky y el mexicano Abraham Cruz-Villegas, a los que se suma una amplia representación del arte cubano encabezado por Alexis Leyva Machado (Kcho) y Tania Bruguera, que desarrolla un muy particular proyecto de arte político.

Los latinoamericanos mantienen el protagonismo habitual con trabajos como el de Ferrari, que expone más de cien obras, incluidas algunas donadas a Cuba en los años 80, y completadas por series que abarcan su trabajo hasta 2007 con esculturas, vídeos, heliografías y collages recientes.

"Hay una gran energía con lo que está sucediendo. Creo que hay una expectativa mayor este año con relación a otros años y que se ha rescatado de alguna manera lo que la bienal tuvo años atrás", dijo a Efe Wilfredo Prieto, cubano que vive a caballo entre La Habana y Madrid.

Prieto pondrá en órbita una lámpara atada a un globo aerostático que hasta el 30 de abril servirá para poner "una estrella en el cielo" de La Habana en lo que calificó como "un coqueteo poético con la realidad", con el que modificará el entorno "con un gesto mínimo que puede llevar a reflexiones sociales y políticas".

Como Prieto, los artistas que participan en la muestra vienen trabajando en los últimos días en el montaje de sus obras.

El cubano Yoan Capote ha levantado una maqueta de seis metros por ocho con un laberinto de paredes de lata que desde el aire se ve como un cerebro por el que caminan personas en una llamada a la tolerancia.

Abel Barroso ha hecho una fábrica de globalización de la que salen teléfonos de madera y cajas embaladas en todas partes del mundo, con alusiones a los males que entraña la producción universal, un tema recurrente en una cita que lleva como lema: "La integración y resistencia en la era global".

Espacio también, aunque fuera del programa oficial de la muestra, para la primera exposición de arte organizada y traída como un todo a la isla desde Estados Unidos en más de 50 años con el título "Chelsea visita La Habana", en alusión a ese barrio neoyorquino.

"Fuimos a muchas galerías y pedí algunos artistas. Ellos me dieron piezas relevantes y eso hizo crecer la exposición", indicó a Efe Alberto Magnan, curador e impulsor de una muestra que trata de establecer vínculos entre el arte de los dos países.

Los 33 artistas de 28 galerías estadounidense, de los que 15 viajarán a la isla, han puesto en el Museo de Bellas Artes desde una réplica de una mesa de comando de cohetes de la época de la crisis de los misiles a un Monte Rushmore con los presidentes de EE.UU. y Barack Obama esculpidos en directorios telefónicos.

Kcho tiene en su exposición "Punto de Encuentro" a artistas como el chino Cai Guo-Qiang; Jane Alexander, de Sudáfrica; el iraní-estadounidense Shoja Azari y al japonés Miyajima.

Este último ha preparado un "vídeo-performance" que se verá en tres pantallas con actores de Inglaterra, Francia y España, países que colonizaron América, que se mojan la cara con vino tinto y lo dejan escurrir por sus ropas.

El fotógrafo Ángel Marcos aborda la esclavitud con imágenes que se proyectarán en el pasillo de acceso al Castillo del Morro, como parte de la representación española en la muestra.

En palabras de Nelson Herrera, curador de la Bienal, La Habana será tomada con el sello de una exposición que "tiene la característica de que mantiene una presencia amplia, de toma e intervención en la ciudad".