La compañía de Merce Cunningham se disolverá cuando no pueda dirigirla

AGENCIA EFE 09/06/2009 21:16

Cunningham, que cumplió 90 años el pasado abril, quiere que su compañía esté preparada para cuando su salud no le permita dirigirla, por lo que ha decidido que, cuando llegue ese momento, sus bailarines se embarquen en una gira mundial de dos años tras la que el grupo deberá disolverse.

El que muchos definen como el coreógrafo vivo más importante del mundo presentó hoy en la Gran Manzana el que ha llamado "Plan de legado vivo", una hoja de ruta que la compañía y la fundación que llevan su nombre deberán seguir para cuidar su herencia artística y los derechos de autor que se desprenden de ella.

Según el plan, cuando Cunningham deje de dirigir la compañía, se iniciará una gira mundial, en la que los bailarines recrearán la obra que ideó el artista, y que culminará con una actuación final en Nueva York, cuyas entradas, según ha estipulado el coreógrafo, no podrán costar más de 10 dólares.

Tras esa actuación, la compañía y su fundación cerrarán para transferir todos sus bienes a una sociedad, llamada Merce Cunningham Trust, que los custodiará y que permitirá, según dijeron los miembros de su fundación en un comunicado, que "el público de todo el mundo siga disfrutando de su legado".

"Intento enseñar a los estudiantes y a los bailarines mi técnica, pero de una manera que deja lugar al individualismo. Me gustaría que esa sociedad continuara haciéndolo, porque la danza es un proceso que nunca se detiene y que no debería detenerse si es para permanecer fresca y viva", dijo el aplaudido coreógrafo.

Para el director ejecutivo de la Fundación Merce Cunningham, Trevor Carlson, el plan ideado por el coreógrafo "es exhaustivo, polifacético y, como el propio Merce, sienta un precedente".

"Ofrece un nuevo modelo a las compañías de danza y otras organizaciones artísticas que transitan a una existencia en la que su fundador ya no está presente", explicó Carlson, sobre un plan que también fija el proceso por el que se autorizarán licencias de las creaciones de Cunningham para ser representadas.

El proyecto contempla además la creación de un archivo digital con las coreografías creadas por el artista y asegura que los integrantes de la compañía recibirán un año de salario como compensación cuando sea disuelta.

La Fundación Cunningham anunció también una campaña para recaudar ocho millones de dólares, cifra que permitirá a la compañía, entre otras cosas, seguir trabajando en nuevos espectáculos hasta que se produzca la transición.