"Ningún país o compañía puede permanecer al margen del fenómeno China"

KAMALA OROZCO 14/06/2008 11:57

ace unos días vimos la polémica desatada por las palabras de Sharon Stone en Cannes

Cuando hablamos del pueblo chino es importante tener en cuenta la diferencia cultural en valores y actitudes. En este sentido, el carácter chino tiende a evitar las confrontaciones en público ya que harían perder "mianzi" o la imagen pública del vapuleado – sea una persona, un pueblo o una empresa. Estas diferencias culturales son esenciales para entender en ocasiones la reacción del pueblo chino ante, por ejemplo, el boicot a los Juegos Olímpicos en los últimos meses. Por otra parte, el protagonismo actual del pueblo chino, tanto económica como políticamente, recomienda la prudencia y discreción como el mejor camino para resolver posibles diferencias.

¿Oriente y Occidente están destinados a comprenderse?

La historia de Occidente y extremo Oriente ha sido escrita en páginas diferentes. Durante siglos hemos permanecido al margen del otro, ignorándonos. Sin duda estamos ante una oportunidad fantástica para hacer de esta diferencia cultural e histórica un intercambio enriquecedor, ayudarnos a tener una visión más rica de un mundo cada vez más pequeño.

¿Cuáles son las mayores confusiones en las relaciones entre asiáticos y europeos a la hora de trabajar y a la hora de relacionarse socialmente?

Una de las grandes fuentes de conflictos a la hora de hacer negocios entre occidentales, especialmente anglosajones y asiáticos, en concreto chinos, son los contratos. Para un occidental un contrato suele ser el final de la negociación y el principio de un marco de relación claro y sobre todo inamovible, mientras que en China suele una mera declaración de principios, intenciones susceptibles de cambiar de acuerdo al precio de mercado, al número de proveedores que ofrezcan lo mismo o incluso al volumen de demanda final. En el fondo la diferencia radica en la relación con la idea del "cambio", un concepto muy asiático, muy chino, que protagoniza la forma en que esta sociedad contempla el mundo, las relaciones familiares y sociales o el trabajo. Lejos de suponer una diferencia insalvable, el concepto del "cambio" puede suponer una forma interesante de enriquecer nuestro punto de vista occidental.

Asia une dos extremos: el liderazgo tecnológico, símbolo de modernidad, y la tradición. ¿Cómo se vive esta unión?

La coexistencia pacífica entre costumbres milenarias y símbolos ultramodernos es una de las características fundamentales de las "nuevas" sociedades asiáticas. De alguna forma, esta absorción casi natural de elementos innovadores sin perder la esencia de la tradición da lugar a sociedades muy dinámicas que continúan manteniendo su identidad.

¿Qué papel está jugando la mujer asiática en este proceso modernizador y de avance? ¿Mera trabajadora o ya se empieza a ver mujeres en puestos directivos?

Desde que Mao proclamara que "la mitad del cielo pertenece a las mujeres", el papel de la mujer china en el desarrollo económico-social ha sido vital. Existen sectores económicos de gran éxito como el inmobiliario donde la presencia femenina es muy alta. Con todo, aún queda camino por recorrer en este aspecto. Un recorrido que se está realizando muy "a la china", en silencio, sin grandes aspavientos ni excesiva presencia en los medios sino más bien haciendo uso de un pragmatismo y capacidad de adaptación increíbles.

¿En qué se diferencia un jefe chino o asiático de un jefe español, por ejemplo? ¿Podríamos notar diferencias?

Las diferencias en la gestión son muchas y variopintas, a pesar de que generalizar siempre es complicado. Tal vez merece la pena destacar puntos comunes como componente emocional en la toma de decisiones, propio de países latinos y también de China.

Hablas de Chupa-Chups como una de las marcas españolas que mejor se han adaptado a Asia. ¿A qué se ha debido su éxito?

La mayoría de los casos de éxito españoles que encontramos en Asia, también en China, suelen responder al mismo patrón: un líder pionero que lanzó sus operaciones allí "porque no sabía que era imposible". En mi opinión, el éxito de de Chupa-Chups y su éxito en países como Japón o Corea – no así en China – reside en la capacidad de "localizar" sus productos según las necesidades locales del mercado. Uno, por ejemplo, puede encontrar en Corea chupa-chups de sabores muy ácidos que son desconocidos en nuestro país.