Una cumbre en EE.UU. explora vías para atajar la violación de los derechos de autor

AGENCIA EFE 09/06/2009 21:00

Participantes de más de 100 naciones analizan este martes casos como el de Francia, el primer país que aprobó una ley destinada a luchar contra la piratería de obras culturales en Internet.

Esa ley permite cortar el acceso a la Red a aquellos "piratas reincidentes" que tras dos avisos previos de las autoridades continúen intercambiando archivos con contenido protegido sin el permiso de los titulares.

Eduardo "Teddy" Bautista, presidente del consejo de dirección de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España, defendió en declaraciones a Efe esa vía punitiva que, en su opinión, debe ir acompañada de una campaña de concienciación ciudadana.

"El gran tema de esta conferencia es que los contenidos culturales son un elemento clave en la construcción de la sociedad del conocimiento, pero no a costa de que los que los desarrollan se queden sin una participación en el negocio", indicó Bautista.

Guillermo Ocampo, director de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC), lamentó, por su parte, el que los legisladores argentinos se resisten a implementar medidas para proteger a los autores que ven como "antipopulares".

Eso, dijo, hace difícil "combatir un problema que sigue creciendo".

Para Ocampo, la solución podría pasar por "alguna alternativa legal" para que los proveedores de servicios de Internet respondan por los derechos de autor que se ven afectados por el uso ilícito de los servicios que ellos ofrecen.

Patrick Rackow, presidente de la Academia Británica de Compositores, que agrupa a más de 2.000 artistas, reconoció que se trata de una batalla difícil de librar.

"Mucha gente asocia el copyright con los grandes intereses corporativos y por tanto no les gusta", dijo a Efe Rackow, quien indicó que los usuarios concluyen que no importa si hacen copias, porque lo que hay detrás son grandes empresas.

En su opinión es necesario identificar los derechos de autor con los creadores mediante el lanzamiento de campañas publicitarias con artistas jóvenes que dejen claro que su futuro depende de los ingresos de las ventas de sus obras.

Robin Gibb, ex miembro del legendario grupo musical Bee Gees, cree que el derecho de autor es "un derecho moral".

"Cuando yo y mis hermanos empezamos no pensábamos en el dinero, pero aun así si tú has creado algo te pertenece y mereces que te paguen por ello. No es un regalo", dijo a Efe Gibb.

Subrayó que en Europa las cosas avanzan en esa dirección, pero no en Estados Unidos, donde las leyes no benefician necesariamente a los autores.

Alejandro Guarello, presidente de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), lamentó que en su país exista una presión creciente para imitar la legislación estadounidense.

Para el representante de la SCD, uno de los problemas de Estados Unidos es que "no se reconoce necesariamente al creador".

"Se reconoce al titular del derecho", explicó a Efe Guarello. "Eso significa que si una persona está en un pequeño pub cantando y no ha registrado su pieza y viene un representante de una compañía y la compra, el autor pierde todo el poder porque lo que importa en EE.UU. es el que tiene el derecho".

Guarello indicó que si el tema se convierte en un éxito el que recibe los ingresos de los derechos es la compañía y no el autor que se queda sin nada.

"Esa línea es la que se intenta implementar en Chile y nosotros estamos absolutamente en guerra, absolutamente", concluyó Guarello.

A diferencia del modelo anglosajón, en el modelo europeo continental y latinoamericano los derechos asociados a la propiedad intelectual son irrenunciables.

La Cumbre Mundial del Derecho de Autor cierra hoy el primero de dos días de conferencias con un panel sobre "la revolución digital" en el que participarán, entre otros, el cineasta español Fernando Trueba y el músico y compositor mexicano Armando Manzanero.