"El Desencanto" será la pieza maestra en torno a la que va a girar el festival, el próximo mes de septiembre, porque este año se cumple el primer centenario del nacimiento de Leopoldo Panero, poeta que protagoniza ese filme de una hora y media de duración.
El festival, que se presentará mañana en el Musac, ya está plenamente consolidado, según Alonso Guadalupe, quien ha manifestado que este año alcanza su duodécima edición y que formará parte de la futura Plataforma de Festivales de Castilla y León.
Para el director del certamen, "El Desencanto" ha sido el evento más importante que ha ocurrido en Astorga (León) en lo referente a realizaciones cinematográficas, porque se trata de "la propia película de la Transición".
"El primer protagonista -ha dicho- es Leopoldo Panero. En segundo lugar, la casa y luego la familia y la sociedad que la rodea, Astorga", ha matizado.
"Es importante que el nombre de Leopoldo Panero y El Desencanto hayan estado por ahí, 33 años ... y siguen, porque continúa su proyección en filmotecas, entidades y centros diversos", ha manifestado el director.
Es una película "muy especial" porque "no se parte de un guión, sino que se fue creando a sí misma; la van creando los actores, guionista y director ...y sigue viva", ha añadido.
Para Alonso Guadalupe el filme "es una metáfora, una síntesis de la atomización del individuo de nuestros días y un referente: a través de El Desencanto se estudia la Transición, aunque ahora tiene una validez y una lectura distintas".
"Elías Querejeta, el productor, vino a rodar un corto sobre el poeta con motivo de la inauguración de un monumento de Marino Amaya, evento que trajo a Astorga desde gentes como el poeta Luis Rosales hasta el presidente de la Real Academia".
"A Elías Querejeta se le ocurrió la idea de un rodaje del evento, y así se hizo, pero muerto Franco y roto el sistema, Elías comentó con Jaime Chávarri: "Oye, esto da para un largo" y el respondió "es un largo".
La película "El Desencanto", en 1976, causó una profunda revolución entre los amantes del cine por su visión tormentosa de la familia de un poeta encumbrado por el Franquismo, una visión que se interpretó entonces como una metáfora de la propia descomposición del régimen y sus instituciones.
Los presupuestos del evento cinematográfico astorgano -en los últimos años- rondan los 40.000 euros, de los que casi la mitad se otorgan en premios a los cortometrajes destacados.
La sede central del festival es el teatro Gullón, que seguidamente será objeto de unas obras de remodelación, a cargo del ministerio de la Vivienda, sede que se complementa con la Biblioteca Municipal y el Cine Velasco.