El cantante actuó para más de 30.000 asistentes que habían acudido a la capital cántabra a verle. Era la única fecha en la gira mundial incluida en España, según enriqueiglesiassantander.com. Y Enrique Iglesias se mostró emocionado tras el evento en sus redes, una visión completamente diferente a la de sus fans.
Aunque durante la actuación, el cantante español reconoció que estaba muy nervioso y pidió disculpas al público, pero éste no perdonó los fallos que se habían ido sucediendo durante la noche. Lo primero que molestó a los asistentes fue la media hora de retraso del cantante, seguida de menos de una hora y media de concierto y por último, que hizo playback, tal y como han criticado en Twitter.
Con abucheos, pitadas y con un grito unánime de "manos arriba esto es un atraco" los asistentes abandonaron El Sardinero una hora y media después de que el cantante comenzase su actuación al ver que este se había ido sin despedirse y que el equipo había apagado las luces y estaba recogiendo.