La exposición de Sebastián Nicolau en Valencia establece el diálogo entre música y arquitectura

AGENCIA EFE 06/04/2009 15:18

Las notas musicales sirven de pretexto a Sebastián Nicolau, de 53 años y procedente de una familia de artistas, para configurar un universo plástico dotado de una profunda expresividad, junto a una espiritualidad que se manifiesta también, a través de una aplicación sobria y controlada del color.

La muestra "Sebastián Nicolau. Woekin", en la que se agrupan un total de 74 obras -21 óleos, 24 dibujos, 7 collages y 22 esculturas-, resume la actividad desplegada por este artista en la última década y ofrece al público la posibilidad de adentrarse en su universo de espacios y formas donde la musicalidad del jazz lo impregna todo.

Acompañada del comisario Víctor Zarza, el director del Instituto Valenciano de Finanzas, Enrique Pérez Boada, y del propio artista, la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, ha presentado esta exposición que descubre la obra actual de un artistas cuyo estilo ha evolucionado hacia el minimalismo constructivo desde un inicial realismo.

Consuelo Ciscar ha destacado que, en su obra actual, Sebastián Nicolau "trata de evitar lo concreto, lo efímero o los límites porque, fundamentalmente, trabaja con la geometría para ordenar el espacio creativo".

En relación a la musicalidad que se desprende de sus composiciones, Ciscar ha explicado que "al observarlas se identifica su gusto por el jazz en estado puro, su esencia instrumental y la ausencia de patrones a los que obedecer".

El comisario Víctor Zarza ha explicado que "en los sucesivos espacios de la exposición se establece un diálogo entre diversas series y se ponen en relación los trabajos bidimensionales con los de naturaleza tridimensional".

Zarza ha dicho que el conjunto de obras que se reúnen en "Workin" (un término que da título a una de las series de la exposición) conforma, a pesar de su heterogeneidad, "un discurso unitario, coherente y no cerrado, cuya diversidad en torno a ciertos motivos y problemáticas ha de entenderse en clave de variaciones".

A juicio de este crítico de arte, "la vocación hacia lo constructivo de Sebastián Nicolau se centra en la arquitectura industrial, un modelo idóneo para el ensayo de soluciones compositivas".

En su intervención, Sebastián Nicolau se ha referido a la atracción que siempre ha sentido hacia el jazz y cómo también musicalmente ha articulado su trabajo como pintor.

Ha reconocido a los periodistas ser un gran admirador del trompetista Miles Davis, al que descubrió hace más de treinta años, y ha precisado que su disco "Workin", grabado en 1956, "me sorprendió al sugerirme emociones de perplejidad, sorpresa y silencio".

Con ocasión de esta muestra se ha editado un catálogo que reproduce las obras expuestas y publica una cronología del artista junto a textos de la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, el comisario de la Exposición, Víctor Zarza y del propio Sebastián Nicolau.

La muestra, que se prolongará hasta el 17 de mayo, ha sido organizada por el Instituto Valenciano de Arte Moderno y cuenta con la colaboración del Instituto Valenciano de Finanzas de la Generalitat Valenciana.