Después de casi seis años en manos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Clara Rojas, de 45 años, llega también a Roma para que el Papa Benedicto XVI les reciba y bendiga a su hijo Emmanuel, de cinco años, en su audiencia de los miércoles en El Vaticano, agregaron.
La ex secuestrada viene acompañada asimismo de su madre, Clara González de Rojas, de 78 años, con quienes vive en Chía, un pueblo situado a unos 40 kilómetros de la capital colombiana.
Clara Rojas tiene previsto además un encuentro privado con el cardenal colombiano Darío Castellón Hoyos, dijeron.
El ex ministro de Interior y de Justicia colombiano y ahora embajador de Colombia en Italia, Sabas Pretelt de la Vega, quiere disuadir "a sectores en Italia que aún creen que los secuestros son acciones de guerra y concienciarles de que el secuestro es uno de los actos terroristas mas bárbaros porque acaba con la libertad de la personas, de la familia y de su entorno", agregaron.
La llegada a Italia de Clara Rojas se enmarca en la campaña "Luz por la Libertad" por la libertad de los rehenes en manos de grupos terroristas y que encabeza el embajador Sabas Pretelt porque en Colombia hay todavía más de 2.000 secuestrados en manos de las FARC y de otros grupos.
Clara Rojas fue secuestrada el 23 de febrero de 2002 junto a Ingrid Betancourt a 600 kilómetros al sur de Bogotá en una zona controlada por las FARC.
Durante su cautiverio mantuvo una relación sentimental consentida con un guerrillero fruto de la cual nació en la selva Emmanuel el 16 de abril de 2004, en un parto complicado con cuchillo como única herramienta quirúrgica, explicaron las fuentes de la embajada.
Cuando el bebé tenía ocho meses, con el brazo roto desde el parto y aquejado de desnutrición y paludismo, le fue arrancado a Clara Rojas y al parecer, entregado a un campesino.
La abogada Clara Rojas y la ex congresista Consuelo González Perdomo, de 58 años, fueron liberadas el 10 de enero de 2008 en la región colombiana del Guaviare (sureste).
La ex secuestrada pudo reunirse con su hijo que permanecía ingresado en un centro estatal en Bogotá bajo el nombre de Juan David Gómez.