Baylón, que se declara callejero, reúne aquí miradas de niños, perros y gatos, que con su objetivo ha capturado en los últimos treinta años. Las hay inocentes, tiernas y hasta cautivadoras; sus protagonistas "son los que nos arrebatan los sentimientos a primer golpe de vista", dice el autor.
En total, 26 trípticos en blanco y negro en los que refleja su capacidad para desaparecer de las escenas que fotografía. "Me gusta, si puede ser, volverme invisible para no intervenir en las escenas y situaciones que veo", asegura.
Fotos que llegan desde diferentes partes del mundo, desde España a Portugal pasando por Italia o la India, y de las que podremos disfrutar hasta el próximo 5 de mayo.
MV