El escritor Pablo Aranda narra la historia de 'El protegido', un hombre gris vigilado "por una entidad superior"

EUROPA PRESS 11/06/2015 11:33

Según ha explicado el autor en una entrevista con Europa Press, la idea de esta novela surgió del hecho de que "las personas caminan por un suelo de cristal y no son conscientes". En este sentido, el situar en el centro de su obra a un personaje aparentemente normal, que ve cómo se altera su rutina por una decisión, le sirve a Aranda para demostrar esta teoría.

'El protegido' comienza con la llegada de Jaime a una plaza completamente desangelada, en busca de su hijo. La trama de la novela desovillará la vida del protagonista de la novela, quien acaba de separarse, no es el padre biológico del hijo de su exnovia aunque haya asumido la paternidad y está empezando una relación que no parece tener futuro.

Pero los problemas de Jaime irán más allá cuando conozca a dos jóvenes marroquíes que quieren alquilar el piso de su novia y uno de ellos muera misteriosamente a los pocos días. La decisión de devolver la señal del inmueble a la otra persona involucrará a Jaime en un asunto de rencillas entre bandas.

"En el origen de la novela se me cruzaron dos o tres anécdotas, una real y un par inventadas. Yo me lanzo a escribir pronto, antes de tener el final no sabia como iba a acabar, pero tenía una idea del conflicto y del tono, que quería que fuera desasosegante", ha señalado.

Así, el acompañar a su mujer a enseñar un apartamento y que fuera a verlo un marroquí le sirvió al escritor como punto de partida. "Pensé qué pasaría si nos daba la señal en ese momento, simplemente fabular. Después se me cruzó la historia de Elena, jugar con lo obvio de unos padres que en realidad no es tan obvio: lo que nos han vendido como normalidad", ha detallado.

NO ES NOVELA NEGRA

A pesar de incluir elementos de la novela 'negra', Aranda señala que su propósito era el de hablar "de algo más transversal". "Hay intriga, muerte, y violencia, pero es una novela que pretende mostrar que no estamos preparados para afrontar los obstáculos del mundo".

En los diversos oficios que ha desempleado en los últimos años, el autor ha mostrado una inclinación por aquellos relacionados con labores sociales: ha trabajado dos años en una casa con enfermos mentales, viajó a la India para estar varios meses de voluntario en un hospital o ha ayudado a menores que cumplen medidas judiciales.

No obstante, ha asegurado que a la hora de hacer el retrato de los dos jóvenes marroquíes de su novela --junto a su hermana adoptiva-- no ha recurrido demasiado a esas experiencias. "Para saber lo que siente un inmigrante lo que mejor funciona es la empatía, la capacidad de meterte en su pellejo", ha aseverado.

LA NOVELA DEL 'REPIJERÍO'

Málaga, su ciudad natal, es testigo de todos los vaivenes de Jaime, una decisión que obedece al hecho de que, de esta manera, Aranda puede "preocuparse" de lo que le interesa y "despreocuparse del escenario". "La novela podría resolverse en cualquier otro lugar, pero lo que me aporta es la facilidad, como si en una obra de teatro reutilizas el decorado", ha apuntado.

El autor malagueño ya tiene nuevo proyecto pendiente, aún sin empezar a escribir. "Me gustaría hacer una novela del 'repijerío', toda esa gente que no tiene que comerse el mundo porque ya nace con el mundo metabolizado y no tienen que demostrar nada, algo que sí les pasa a los nuevos ricos", ha concluido.