Hasta el final, los espectadores parecían estar divididos entre la prima Alejandra y la alocada rubia, ya que desde un principio los familiares de las primas decidieron que la prima Yolanda no tendría suficientes seguidores como para hacer frente a la final y apostaron todo a una. Quizá fuese ese uno de los errores que llevaron al gran descompensado porcentaje que finalmente se mostró en el programa: casi un 75% de Paula frente a un escaso 25% de la albaceteña.
Paula no ha pasado desapercibida desde el primer momento del programa. Para bien o para mal la rubia ha formado parte de casi todos los vídeos impactantes y que pasarán a la historia de esta edición. Puede ser amada u odiada pero nadie puede dudar de que este "Gran Hermano" no hubiese sido igual sin ella y, por supuesto, sin el trió amoroso que formó junto a Omar y Lucía. Anoche pudimos ver a los tres juntos de nuevo para intentar arreglar las cosas o dar alguna explicación de lo sucedido en la casa. Mercedes Milá intentó por todos los medios que Lucía cumpliese lo prometido y pediese perdón a Paula cuando la acusó de llamar perro a su novio, algo que no fue cierto. Sin embargo, la madrileña, fiel a su faceta chula, decidió no cumplir su palabra, algo que creó un descontento general en toda la gala y también en la propia presentadora.
La hawaiana, agradecida hasta el final del concurso, se llevó una sorpresa al entrar en plató y descubrir a su madre y a su hermano, ya que no les veía desde hace tres años y medio. Susana, ganadora de "Gran Hermano 14" entregó a Paula el maletín como símbolo de esos 300.00 euros de premio por ganar. Finalmente, como cada año en el programa, Mercedes Milá fue la última en hablar para decir que las luces de "Gran Hermano" se apagaban una vez más, pero no por mucho tiempo porque ya se está preparando el nuevo "Gran Hermano Vip", una edición que estará formado por conocidos y famosos que tendrán que demostrar que pueden llevar una buena convivencia entre ellos.