La muestra abierta hoy al público en el Cervantes de la capital austríaca permite apreciar hasta el 17 de marzo algunos de esos "poemas mudos", tal como los define el artista, profundamente relacionados con su poesía, recogida recientemente en el volumen "Ondulaciones".
Precisamente ese es el nombre de la serie que escogió para la muestra "Ondulaciones", que reúne 210 de sus "agrafismos", que es como define Ullán su obra plástica, creada con distintas técnicas con la pericia de un calígrafo.
"Son garabatos que pueblan un vacío, un silencio, hasta que de nuevo aparece el rumor, la presencia de la escritura. No tienen, pues, pretensiones plásticas; son una especie de documento de eso que ocurre cuando a uno no se le ocurre decir nada", explicó a Efe Ullán en un correo electrónico, ya que por problemas de salud no pudo acudir a la inauguración.
'Collages', anotaciones manuscritas, dibujos a tinta, pequeños grabados, subrayados, los 210 "agrafismo" presentados exigen ser observados con calma para poder apreciar toda su diversidad temática y estilística.
Ullán ha trabajado con grandes artistas plásticos como Eduardo Chillida, Antonio Saura, Joan Miró y Antoni Tàpies, entre muchos otros, "siempre sobresaltado por ver qué surge de ese diálogo entre la imagen y la palabra".
A pesar de su modestia sobre su trabajo plástico, del que dice que es simplemente "un modo de llenar las pausas", se muestra muy satisfecho de que sus "Ondulaciones" viajen de Viena a Nápoles, Brasilia, Shangai, Pekín y Tokio.
"Las imágenes, poemas mudos, viajan con mayor facilidad que la poesía escrita", reflexionó Ullán.