Raphael demuestra en Chile que 50 años de vida artística no son nada

AGENCIA EFE 19/04/2009 05:42

Unas doce mil personas corearon en el "Arenas Estadio" todas sus canciones incluso aquellas incluidas en su nuevo disco "Raphael 50 años después" un álbum en el que canta con 21 artistas, entre ellos, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Miguel Bosé, Paloma San Basilio, Adamo y Paul Anka.

Tras una pequeña sinfonía de timbales y una secuencia rápida de fotografías que mostraban a todo lo ancho del escenario al cantante en varias etapas de su vida apareció Raphael interpretando uno de los temas de su nuevo álbum "Cantares", de Serrat.

Sus primeras estrofas las cantó a capella, lo que le valió un cerrado aplausos de varios minutos para seguir después acompañado por su banda de nueve músicos "y un coro de doce mil voces".

Emocionado por los prolongados aplausos y por los gritos de ¡ídolo, ídolo!, Raphael se detuvo y comentó "llevo 50 años al servicio del público y esta noche estoy feliz de estar en Santiago y feliz de poder seguir cantando".

A continuación una batería de canciones como "Mi gran noche" de Salvatore Adamo; "Sin Laura", "Desde aquel día", "Digan lo que digan", "No vuelvas", "Provocación", "Cierro mis ojos" y "A veces llegan cartas" provocó el delirio del público que nunca paró de entonar los temas.

Uno de los puntos altos de su actuación fue cuando interpretó la famosa canción "A mi manera" acompañado sólo por un piano de concierto que inundó de música el escenario mientras Rapahel ponía aquella cuota de histrionismo que lo ha hecho famoso en todo el mundo.

Desenfundado de su impecable traje, corbata negra y camisa blanca, con el que empezó su actuación y ahora vestido informalmente y todo de negro, el artista español cuyo registro de voz pareciera estar intacto volvió a encantar a su público con otro grupo de sus famosas canciones.

"Estuve enamorado", "Los amantes", "Siempre estás diciendo que te vas", letra con el que el cantante ironizó haciendo algunas bromas y el público aprobó con aplausos y "Estar enamorado".

Donde la emoción embargó a los asistentes fue cuando Raphael interpretó "Como han pasado los años" de Rocío Durcal y más aún cuando la artista, ya fallecida, gracias a la tecnología apareció en imágenes digitales cantando a dúo con el artista, una canción que además aparece en su último álbum.

Luego sacó una manta de color rojo y blanco y algunas vetas grises, se lo colocó en su hombro izquierdo y comenzó a interpretar "Volver...volver", un gran éxito del cantante mexicano Vicente Fernández considerada una de las canciones más populares a nivel mundial.

El segundo momento de emoción se vivió cuando Raphael señaló que iba a cantar una canción, sin dar su nombre "y que por esas cosas que suelen pasar en la vida comencé a interpretarla desde hace unos seis años, ya se darán cuenta porque".

Nuevamente acompañado sólo de su pianista y una partitura Raphael cantó "Gracias a la vida" de Violeta Parra, una canción con la que el artista hizo alusión a sus graves problemas de salud y que en el 2003 lo tuvieron al borde de la muerte.

Pese a que la autora de la famosa canción es chilena y que su letra ha sido grabada en muchos idiomas, y por ende todo el mundo se sabe la letra, esta vez el público fue respetuoso con el cantante español y le dejó cantar solo.

Era la forma en que Raphael daba gracias de estar con vida y su impecable interpretación pareció por momento una oración.

Ya casi al final de su espectáculo, el cantante interpretó "50 años después", canción que le compuso Joaquín Sabina para este álbum y en el que el autor también hace dueto con "Er Niño".

Dos señoras de bastante edad de pelo cano y que habían interpretado casi todas sus canciones sólo tuvieron un palabra para calificar la actuación del español: Apoteósico.

Porque no, Raphael con más de cincuenta discos grabados es el único artista español que ha ganado un Disco de Uranio por la venta de más de cincuenta millones de ejemplares, ha sido galardonado con numerosos premios, está celebrando 50 años de carrera artística, y dijo en su última conferencia de prensa que nunca se retirará de los escenarios.