Sergio Ramírez alerta sobre los efectos de "desestabilización" de la crisis

EFE 17/03/2009 14:28

El escritor, que presenta en Madrid su última novela, "El cielo llora por mí", conversó con Efe sobre literatura y también acerca de la actualidad política, tanto de su país como de Latinoamérica.

Sergio Ramírez, que fue vicepresidente en el primer gobierno sandinista entre 1984 y 1990, advirtió hoy sobre el "error trágico" del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, al considerar a Hugo Chávez "un protector eterno" que siempre le va a tender la mano.

En la medida en que la crisis mundial siga avanzando, dijo Ramírez, Ortega se va a ver "más desprotegido en términos económicos".

Antiguo aliado de Daniel Ortega y ahora crítico con su política, Ramírez observa desde su atalaya de escritor la coyuntura de su país para vaticinar que "los problemas económicos van a tener efectos sociales muy graves y de desestabilización".

Dedicado ahora por completo a las letras, Ramírez ha querido reflejar en el "Cielo llora por mí" el día a día de su país y, sobre todo, de la capital, Managua, una ciudad, que definió, "campesina con adornos de modernidad".

Y para ello ha elegido una historia policiaca, cuya claves, explicó, son "el narcotráfico, el tránsito de la droga desde Colombia a México".

Así, en ese escenario, Nicaragua aparece "como un puente natural para ese tránsito de la droga", lo que a juicio del escritor es un "verdadero drama", al tratarse de un "país pobre, pequeño desguarnecido y con unas fuerzas de seguridad mal pagadas que deben enfrentar el monstruo del narcotráfico, que funciona con dos cabezas una en Colombia y otra en México".

Calle a calle, Ramírez acompaña a los personajes de "El cielo llora por mí", el inspector Dolores Morales y el subinspector Bert Dixon, quienes investigan la desaparición de una mujer.

Ambos, relató Ramírez, encarnan a antiguos guerrilleros exponentes de una "generación desencantada", que consumió su juventud en la revolución y que ahora se ha incorporado al Gobierno, a la Policía o al Ejército.

Armados de humor negro y cinismo, los dos protagonistas de la novela tratan de adaptarse a un medio y a una atmósfera que ha cambiado, pero siempre haciendo gala de valores éticos y huyendo del dinero fácil.

Convencido de que cada novela es "una aventura nueva que nunca se sabe cuánto va a durar la navegación", Ramírez -que visitará en las próximas semanas Haití y EEUU- recalará en mayo en su país para abordar una nueva travesía literaria.