A falta de cinco minutos para la conclusión de los cuartos de final de la Heineken Cup de Rugby, el jugador de los Harlequins, Tom Williams, simuló una lesión para poder ser sustituido.
De acuerdo con su entrenador, Williams mordió una cápsula que contenía un líquido que simulaba sangre. Las reglas del rugby permiten realizar un cambio -con las sustituciones ya agotadas- un corte importante de cuello para arriba.
Los árbitros cayeron en la trampa de Williams y permitieron su salida del campo. Todos picaron menos las cámaras de 'Sky Sports'.
Tom Williams no podrá volver a pisar un terreno de juego hasta julio de 2010 y deberá pagar una multa de 250.000 euros. El entrenador, que ha sido despedido, no podrá entrenar en tres años.