A finales del pasado mes de abril, en el primer encuentro que abría la postemporada en la NBA, los Bulls tenían encarrilado el triunfo ante Filadelfia Sixers, pero el United Center enmudeció a falta de un minuto y veinte segundos para la conclusión del partido cuando, tras pisar mal en una penetración, Rose se quedó tendido en el suelo con ostensibles gestos de dolor.
"Lo recuerdo todo. Recuerdo saltar, caer y justo entonces escuchar aquel sonido. Me sentía roto cuando abandoné la pista. No podía creerlo, fue la cosa más cercana a la muerte, parecía que me lo habían quitado todo", se sinceró Rose en declaraciones a 'CSNChicago.com' recogidas por Europa Press.
Su grave lesión de ligamentos, similar a la sufrida por el base español Ricky Rubio, probablemente le hará perderse una parte importante de la próxima temporada, pero el estadounidense está "trabajando muy duro" para acortar los plazos.
"La lesión pudo ser peor, probablemente hay gente que está peor que yo, pero sé que me voy a recuperar. Creo en Dios, tengo los ánimos altos y creo en mí mismo. Sé que voy a volver incluso más fuerte", confió el 'MVP' de la temporada 2010-11.