Después de tres jornadas sin apenas actividad sobre el asfalto por los problemas mecánicos, Daniel Ricciardo tampoco pudo prodigarse en el circuito andaluz y apenas completó siete vueltas durante la mañana. A la vista de la situación, Red Bull optó por descartar la tanda vespertina y centrarse desde ya en analizar los problemas del RB 10.
"Ha sido un entrenamiento muy difícil. Hemos tenido numerosos problemas con Renault, así como problemas de refrigeración del chasis que han afectado a nuestro progreso. Sin embargo, a pesar de la falta de kilometraje, lo que hemos logrado aprender muestra que los problemas deben ser solucionables en el próximo test en Bahrein. Parte del propósito de esta primera prueba era aprender acerca de los problemas de cara al inicio de la temporada", explicó Christian Horner a través de un comunicado.