"El equipo ha hecho un gran partido en general, me marcho muy orgulloso de mis jugadores, nos hemos dejado todo en el campo. El equipo siempre ha estado en el partido, no ha perdido nunca la cara al partido y me marcho muy contento. Hoy por hoy es muy difícil meterle mano al Barça, lleva 31 partidos sin perder y está extraordinario, y hoy se jugaba mucho", señaló en rueda de prensa.
Por ello recalcó estar "muy contento". "El equipo se ha dejado todo contra un equipo que es de otra galaxia. Comparar plantillas pues seguro que habrá un jugador del Barça que cobre más que toda nuestra plantilla. Pero jugamos once contra once y super orgullosos, el equipo se ha vaciado y con 1-2 hemos estado ahí. Con el gol de Suárez se acabó el partido, y ahora a pensar en el sábado", manifestó.
"La lectura la teníamos clara, con el Barça con la posesión, nosotros con dos líneas juntas tapando espacios par que no estuvieran cómodos y nosotros a salir rápido por fuera, como sucedió en el gol. Pero no es fácil, ellos repliegan muy rápido y son muy buenos en duelos individuales", explicó el técnico sportinguista.
Negó que preparara este partido pensando en el del sábado contra el Betis, pero saca cosas positivas. "Hice 9 cambios respecto al último partido, pero ha habido jugadores que han jugado mucho durante la temporada, como Lora, Menéndez o Halilovic. Tampoco este partido no me saca de las dudas, sé que toda la plantilla está enchufada, y han intentado ponerme las cosas difíciles", señaló.
Por otro lado, aseguró que es "una falta de respeto" para él y para sus futbolistas pensar que haya tirado el partido por esos cambios, y celebró el haberse visto con su amigo Luis Enrique. "Es un gran amigo y tenemos mucho contacto, hacía mucho que no nos veíamos. Ha tenido que ser emocionante para él, venir a Gijón y a El Molinón, supongo que me pasará lo mismo cuando yo vaya a Barcelona. Muy contento de verle y de poder charlar", se sinceró.