El equipo 'cafetero', dirigido por el técnico Reinaldo Rueda, tuvo un partido de vuelta sin demasiados agobios ya que el Independiente no puso casi oposición al 'Rey de Copas' que muy pronto se puso por delante en el marcador.
El gol de Borja en el minuto ocho de la primera parte dio alas a los colombianos para alzarse con el título. El dominio y la superioridad del Nacional fue palpable durante todo el encuentro y las ocasiones fueron de los locales.
El Independiente no encontró su estilo y su manera de jugar y fue todo el partido a contracorriente en busca de un gol que empatara la eliminatoria y enviara la final a la prórroga. No obstante, no gozaron de ocasiones claras excepto un disparo dentro del área del delantero ecuatoriano Julio Angulo que se marchó muy desviado.
Borja se vistió de héroe en la final y otorgó la segunda Copa Libertadores al equipo colombiano, después de ser campeón en 1989, y disputará así el Mundialito de Clubes de finales de año en Japón. El delantero que se formó en el Deportivo Cali anotó un total de cinco goles en esta edición de la Libertadores, cuatro de ellos en las semifinales ante el Sao Paulo brasileño. Por ello, su figura fue trascendental para que el Nacional consiguiera el campeonato.
"Esto es una bendición. Cuando llegué a Nacional mucha gente me criticaba y me decía que era jugador de equipo chico, pero es más grande el que me acompaña y ahora salimos campeones de la Libertadores", manifestó el futbolista 'cafetero' en unas declaraciones después del encuentro al canal Fox Sports.