El líder de la competición fue asaltado en plena carretera a pocos kilómetros de llegar a su destino. Ningún jugador ni miembro de la plantilla fue herido pero sí el conductor del autobús, quien tuvo que ser trasladado a un hospital con heridas de consideración.
A través de un comunicado este domingo, el Fenerbahce describe los ocurrido como un "intento de asesinato". "En el momento en que la sangre es derramada el fútbol queda aparte", apunta el conjunto de Estambul en un comunicado.
En él insta a la Federación Turca a suspender la Liga hasta que los autores hayan sido detenidos. "El Fenerbahce cree que la Liga debe ser suspendida hasta que se aclare e investigue este ataque", solicita.