"Pasan demasiadas cosas alrededor del equipo. Todos estos signos son de una inestabilidad que no favorece al trabajo diario. Cuando llegué tuve un primer interlocutor que era Vlada Stosic. Desgraciadamente fue a la calle al poco tiempo de estar yo aquí y estaba intentando hacer cosas. Cuando fue fuera, empecé a trabajar más con José Antonio Bosch. El tiempo que estuvimos trabajando me parecía una persona muy correcta, con capacidad de gestión y de trabajo", explicó Garrido en rueda de prensa.
"Ahora es con Miguel Guillén con quien tengo esa relación de trabajo. Me parece una persona muy correcta, con la que entiendo que hay un respeto. Estamos hablando de tres 'jefes' en el último mes. No creo que sea positivo para el club", lamentó el técnico, consciente de que el club bético "en un momento difícil en el que se dan muchas situaciones que desgastan" y que "hay que saber encajar".
Con todo, cree que deben aislarse de estas situaciones y "ser fuertes". "En ese sentido sí que lo estamos haciendo y que estamos aquí para pelear. Así estoy hablando al equipo", detalló Garrido antes de realizar autocrítica. "Hasta ahora en los cuatro partidos de liga disputados solo hemos sumado un punto. No he conseguido los resultados que se deben conseguir. Hasta el momento es evidente que no se han logrado. Quiero trabajar en el Betis y dar lo máximo hasta que pueda. Eso es lo que voy a hacer", reivindicó.
El entrenador bético, que ha lanzado a sus jugadores el mensaje de "luchar hoy e ir hacia adelante", descartó que tema por su puesto, subrayando que quiere "pelear". "Los entrenadores estamos en manos de los dirigentes y ellos tomas las decisiones en base a lo que quieren. No puedo decidir por ellos. Sí puedo decidir por mí. Y lo que decido es estar trabajando, tratar de liberarnos de esta presión y entender que debemos luchar y unirnos internamente", reclamó.
"EN EL BETIS SE ABREN NUEVOS FRENTES CONSTANTEMENTE".
En el aspecto meramente deportivo, el valenciano apuntó que en su plantilla "hay jugadores que pueden dar más y han dado en otros momentos un nivel más alto", reconociendo que influyen los "nuevos frentes que se abren constantemente" en el club. Así, su misión pasar por "conseguir de una vez por todas un equipo de futbolistas que se abstraigan de todo eso" y conseguir así "el máximo rendimiento" tanto de jugadores como de cuerpo técnico, empezando este miércoles en la vuelta de octavos de la Copa del Rey ante el Athletic.
"Tenemos un partido en el que el favorito es el Athletic, cuarto en Liga, así que todos asumimos ese papel. A partir de ahí, no tenemos nada que perder en la Copa. El jugador que esté en el campo deberá luchar lo máximo y hacer el mejor partido que pueda. Le quitamos la presión que hay en la Liga", refirió.
Por último, Garrido aseguró que no tienen "nada que decir" en la polémica sobre el supuesto cobro de comisiones en el fichaje de Leo Baptistao. "Es una guerra en la que no voy a entrar. Siguiendo con la lógica, hay demasiados temas en este club que no puedo estar constantemente desmintiendo", advirtió.
"Mi única misión es centrarme en mi equipo, sacar el máximo rendimiento a los jugadores que tengo. No participo ni hago esas gestiones, hay que preguntar a los presidentes o a quien las haga. He perdido mucho tiempo durante un mes en cosas que no son de mi competencia", zanjó.