"Es un equipo peligroso. El año pasado se hacían bromas sobre la edad de los jugadores del Levante, pero el Levante seguía jornada tras jornada arriba. Ya no hay bromas con el Levante", explicó el atacante en rueda de prensa.
Respecto a ese partido, que se disputará el domingo en el Reyno de Navarra, el ariete aseguró que tendrán que salir desde el principio muy fuertes y con mentalidad ganadora. "Sólo con mentalidad no se gana un partido. Pero si el coco va, las piernas van. Si miramos las estadísticas, para el domingo todo está en contra. Por eso tenemos que tener la cabeza tranquila y descansar para el partido del Levante", indicó.
"Si empezamos torcido, se nos complicará aún más. Por eso tenemos que jugar lo más seguro posible al principio, salir a tope para que cada córner, cada falta sea para nosotros y la gente se meta. No le tenemos miedo alguno al partido, porque vamos a ganar y nos vamos a poner con cuatro puntos; esa es la mentalidad de la que he hablado antes", continuó el vasco.
En este encuentro, Llorente vuelve al equipo 'rojillo' después de cumplir un partido de sanción. "Estoy con ganas de volver, con ganas de ayudar y sumar. No sé si volveré al once, lo sabremos el domingo, pero preparado estoy", señaló.
El delantero fue expulsado en el partido ante el Mallorca, en el que empataron (1-1), lo que marcó todavía más su ausencia sobre el terreno de juego en el tramo final. "Si llegamos a ganar, se hubiese quedado en un lance del juego, pero fue complicado porque a todos nos gusta ayudar. Sin embargo, en las imágenes pareció más exagerado. El árbitro luego reflejó bien en el acta lo que ocurrió y así me cayó sólo un partido", aseveró.
Por último, reconoció que necesitan conseguir los tres puntos ante el Levante para recuperar el optimismo, después de que no hayan conocido la victoria en lo que va de temporada. "La gente está con ganas y sabemos que nos falta hacer un partido completo; jugar bien, llegar bien y no encajar. Para ganar hay que hacer muchas cosas bien; no sólo vale pensar en la suerte", concluyó el ariete.