En Pekín, el combinado albiceleste fue una auténtica 'bestia negra' al derrotar a España en la fase de grupos (2-0) y luego en la pelea por el bronce en la tanda de penaltis. En el Riverbank Arena de la capital inglesa se vieron igualmente las caras y el resultado fue un empate sin goles, que finalmente clasificó a ambos equipos para las semifinales donde Francia y Brasil les cerraron el paso.
Ahora, nuevamente se vuelven a ver las caras, y el principal trabajo de los técnicos habrá sido el de recuperar anímicamente a sus jugadores para que olviden los reveses y lo den todo para finalizar su participación con una victoria y un premio en forma de bronce, para los españoles el segundo tras el de Atenas.
Los de Pablo Salazar, actuales subcampeones de Europa y del mundo, necesitarán recuperar su mejor acierto cara a portería, uno de los problemas que les costó su semifinal contra Francia. Y es que tras empatar con Gran Bretaña (1-1) y ganar a Irán (2-0), España no ha vuelto a marcar en sus dos últimos partidos.
Por ello, el retorno del mejor Antonio Martín Gaitán, 'Niño', autor de todos los goles en el torneo y muy vigilado en el choque ante los franceses, se antoja clave, aunque el malagueño deberá necesitar ayuda, sobre todo en la figura de Marcelo, el otro puntal ofensivo. Atrás, Adolfo Acosta y Francisco Muñoz, más el portero Álvaro, serán los encargados de frenar la calidad de Silvio Velo, Lucas Rodríguez y David Peralta.