"Es difícil decir que no son los mejores porque son campeones de Europa y del mundo. Pero sentí que era posible vencerles esta noche. Eso es lo que más nos duele. A veces no hay nada que puedas hacer, pero ésta vez existía esa posibilidad", expresó Wenger en la rueda de prensa posterior al partido.
En ese sentido, consideró "fácil de identificar" los errores cometidos por su equipo, al que acusó de "impaciente" y de conceder demasiado en el contragolpe que supuso el gol inicial de Messi, por el que se sienten "sin excusa" y "tremendamente culpables".
"Son mejores que nosotros y creo que todo el mundo lo sabe. El Barcelona domina todos los aspectos del juego y si estás descolocado te castiga. Tuvimos dos o tres oportunidades para haber evitado el primer gol, pero no lo hicimos. No respondimos de forma correcta", confesó el francés, que se siente "decepcionado" por la "energía" que pusieron para vencer.
De todos modos, observó que esto "no se debe a que los jugadores no obedezcan instrucciones, sino que son sorprendidos a veces por el desarrollo del juego" y les considera capaces de entender que "era vital no cederles un contraataque" como el que desencadenó la victoria azulgrana, tras la que creen que "el Barcelona tiene un 95% de opciones" de acceder a la siguiente ronda.
"Sentí que los jugadores del Barcelona influenciaron al árbitro, pero para ser honestos no perdimos por su culpa. Cuando caen, no lo hacen en silencio. Creo que les han concedido un par de faltas que no merecían, pero la actuación arbitral no ha tenido ninguna influencia en el resultado", opinó finalmente Wenger sobre la actuación del colegiado turco.