"Ha sido una etapa bastante cómoda por el viento, que pegaba bastante frontal. Teníamos cierto medio a la tensión de la última vuelta por si soplaba más viento o por cualquier caída, pero afortunadamente hemos salvado el día y el maillot y eso es para estar contentos. Al equipo hay que darle un 10. Da gusto trabajar con gente así", destacó.
No obstante, Castroviejo habló de ser "realistas" respectó a sus posibilidades de conservar el liderato a partir de este lunes, cuando comienzan las etapas de montaña.
"Mañana llega un día importante para el equipo en Arrate. Aunque no es un puerto muy largo y lo conozco bien, hay que ser realistas y tienen que entrar ya los hombres importantes de la general y esperamos que sea un compañero quien siga como líder", deseó.
"Es un típico final de la Vuelta al País Vasco, un puerto corto pero duro en el que empezaremos a ver ya quién puede ganar esta Vuelta", concluyó.