El corredor español Alberto Contador ha confesado que ha pasado "momentos complicados" en la ascensión a la cumbre más alta de África, el monte Kilimanjaro (5.895 metros), junto con gran parte de los compañeros y cuerpo técnico del Tinkoff-Saxo durante cinco días con una dura climatología.
"Ha sido una experiencia nueva en la que todo el equipo ha estado junto, compartiendo momentos buenos y otros realmente complicados. El tiempo no nos ha ayudado, porque los tres primeros días llovió muchísimo y no nos daba tiempo a secar la ropa que llevábamos, lo mismo que las tiendas de campaña y los sacos de dormir", explicó Alberto Contador.
Contador indicó que más que el esfuerzo físico o la altitud, lo peor de los primeros días fue la lluvia. "Por supuesto, la prueba de fuego fue la escalada hasta la cumbre del último día. Subimos desde el último campamento, situado a 4.600 metros, a los 5.895 del pico Uhuru, el punto más alto del Kilimanjaro. Ese día nos levantamos a las once y media de la noche para llegar a la cumbre al amanecer, pero tres horas antes, al irnos a dormir por unas horas, estaba medio nevando y hacía un viento impresionante", indicó.
No obstante, el corredor de Pinto señaló que el viento les dio una pequeña tregua y decidieron asaltar la cumbre. "Era un reto nuevo para mí porque no conocía la respuesta de mi cuerpo a la altitud, pero las sensaciones que tuve fueron bastante buenas. Únicamente al pasar el escalón e los 5.400 metros noté algunas molestias en el estómago que rápidamente desaparecieron, lo que me permitió seguir a buen paso hasta la cima", relató.
Todo el grupo del Tinkoff-Saxo, con casi 80 personas entre corredores y staff técnico, se organizó en pequeños grupos acompañados por guías para evitar perderse en los múltiples senderos de la montaña. Contador subió con Valgren, Kiserlovski y un guía.
"Pasamos momentos delicados. Aunque en mi caso tuve la suerte de que la altitud no me afectase, hubo compañeros que lo pasaron mal y tuvieron que darse la vuelta, otros necesitaron ayuda para llegar a la cumbre y hubo otros que de regreso al campamento no recordaban nada de lo que había pasado", comentó.
Para Alberto Contador, la expedición al Kilimanjaro ha sido una buena experiencia que marca el inicio de la temporada de 2015. "Seguramente la más exigente de toda mi carrera deportiva, con el doble objetivo del Giro de Italia y el Tour de Francia. Ahora tengo que recuperarme de este viaje y centrarme en lo mío, que es la bicicleta", concluyó el último ganador de la Vuelta a España.