"Gracias a todos por su apoyo. Probablemente no nos dimos cuenta hasta que llegamos al muelle y vimos que no había más barcos ahí", expresó feliz Sam Davies tras la llegada a Lorient.
La británica reconoció que el triunfo es "una recompensa para todo el trabajo duro" que han realizado. "Es una gran inyección de confianza y será un gran impulso para nosotras. Hemos tenido que escalar una montaña para llegar aquí", añadió.
"Sienta genial haber mantenido el liderato en las condiciones que tuvimos. No fue nada fácil en el Golfo de Vizcaya, pero estoy orgullosa de como navegamos. Si tuviese que elegir una etapa para ganar sería esta de Lorient, así que estoy muy feliz", se sinceró Davies, muy querida en Francia.
Por su parte, la suiza Justine Mettreaux confesó que se sentían "muy bien" tras el triunfo. "Hemos trabajado muy duro para llegar aquí y todas hemos puesto mucha energía estos años. Nos merecíamos ganar esta etapa. Es una satisfacción muy grande llegar antes que estos grandes regatistas masculinos", comentó.
"Hemos tenido condiciones bastante duras durante 36 horas con personas enfermas, pero hemos logrado cuidarlas y esperar que el mar se calmase para que todo el mundo se sintiera bien", sentenció.