"Estamos realmente muy felices, aquí hay un nivel muy alto. Esta medalla supone un premio al esfuerzo y al entrenamiento duro", señaló Benítez feliz por haber logrado un metal en una prueba siempre impredecible.
La catalana reconoció que la última vuelta se les hizo dura. "Estábamos detrás y poco a poco las canadienses se marcharon y tuvimos que seguir hasta el final", apuntó. "Ellas saltaron en la quinta vuelta y fuimos a relevos con ellas, pero en la última vuelta se nos escaparon. En los últimos cuatro kilómetros nos han atacado y las fuerzas no nos llegaban", sentenció.
Por su parte, la piloto María Noriega confesó estar "en una nube". "Esta medalla sabe a gloria y es el mejor premio a dos años de trabajo. "Hemos ido a ritmo y lo dimos todo. Funcionamos muy bien juntas, fuimos a muy buen ritmo", aseguró.
"Estas carreras son siempre muy nerviosas, porque no puedes anticipar nada, no hay ninguna certeza. Teníamos un poco de desventaja porque el resto de países tenía dos tandems, y nosotras solo uno", subrayó Noriega.