Esta edición no da un respiro y ya desde la primera etapa a los ciclistas les espera un recorrido 'rompepiernas' de 153 kilómetros --con cinco puertos de tercera categoría uno de segunda y otro de primera-- en la localidad de Güeñes.
Desde allí, partirán en una segunda etapa igual de intensa con final en Vitoria y con un puerto de segunda categoría y cinco de tercera como principales atracciones.
El miércoles, los ciclistas llegan a Arrate, donde tendrán que enfrentarse en la meta al Alto de Usartza de primera categoría, en una ascensión que llega acompañada de otros puertos de distintas categorías.
La cuarta etapa no es excesivamente dura hasta su parte final, donde los competidores tendrán que subir el Alto de Ibardín, de primera categoría (una ascensión que posee repechos de hasta un 18% en su parte final).
La quinta etapa presenta, a priori, las montañas más suaves al contar con tres puertos de tercera categoría y dos de segunda, pero es posible que para entonces las piernas de los ciclistas tengan las fuerzas justas para que, incluso ese perfil de recorrido medianamente suave, pueda marcar diferencias.
El sucesor del alemán Andreas Kloden en el palmarés de la Vuelta al País Vasco se decidirá este próximo sábado en una contrareloj de casi 19 kilómetros que tendrá lugar en Oñati. Esta competición puede dar 'pistas' acerca del estado de forma de algunos de los mejores ciclistas del panorama internacional de cara al Giro de Italia que comienza el próximo 5 de mayo.