"Al final tuvimos que trabajar muy fuerte para atrapar a Bodnar, que es un tipo hiper duro. Esperaba que fuera suficiente, que no tuviera nada más que hacer... y así ha sido. Sólo eso", admitió el germano con naturalidad tras sumar su decimocuarto triunfo total en el Tour de Francia.
"Para mí el sprint es como jugar al Tetris, saber exactamente dónde hay que colocar las piezas que se presentan. Cuando funciona bien tengo esa impresión", añadió el maillot verde de la ronda gala, que venció por delante de Dylan Groenewegen, segundo y Edvald Boasson Hagen, tercero.
"Por supuesto que es necesario tener buenas piernas, pero estoy muy contento de tener el 'timing' precisamente ahora en el Tour, porque no es siempre es así", finalizó Kittel, el gran protagonista de la vuelta francesa.