Cinco montañeros discapacitados visuales coronan el Galdhoepiggen

EUROPA PRESS 07/06/2017 15:05

Esta expedición, primera adaptada que se realiza a nivel mundial a esta cumbre, ascendió y descendió los 12 kilómetros de ganancia y pérdida de desnivel en 11 horas y 8 minutos, con una pendiente máxima del 43,1 por ciento en ascenso.

Entre los expedicionarios participaron los ocho alumnos del Curso Superior de Montañismo para Ciegos y Adaptado de la Fundación UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), siete videntes y uno ciego total, procedentes del País Vasco, Extremadura, Murcia y Madrid; dos profesores; y doce voluntarios veteranos del Grupo de Montaña de la ONCE de Madrid (tres montañeras ciegas totales, uno con discapacidad visual y ocho guías) entre los cuales figuraban tres docentes de los dos niveles anteriores de estos cursos.

Acompañados de los guías y las barras direccionales, los montañeros abandonaron el campo base a las 7:15 de la mañana del pasado domingo y atacaron la cumbre una hora después enfrentándose a duras condiciones con niebla, lluvia y nieve. A las 14:38 horas, los 22 alpinistas pudieron hacerse la foto tradicional de grupo en la cima, donde únicamente pudieron estar diez minutos por el empeoramiento de la climatología y la aparición de la ventisca. Finalmente, retornaron al punto de partida a las 19:27 horas.

El objetivo de esta expedición ha sido que los alumnos del curso convivan en las mismas condiciones que se dan en cualquier campo base y se formen en las técnicas de progresión por glaciar, medidas de autoprotección y rescate, siempre dentro de la disciplina del Montañismo para Ciegos.

La iniciativa ha estado capitaneada por Francisco Javier Bueno, coordinador técnico del Grupo de Montaña de la ONCE de Madrid y director docente del curso de la Fundación UNED y ha contado con la colaboración de SMDos, PlasticsEurope, Laken, ONCE, Rodamunt, COMAEX (Plasencia, Cáceres), la Oficina de Turismo de Noruega en España y el entrenador personal Alberto Mariani.

Los deportistas ciegos o con discapacidad visual grave practican la montaña en equipos de tres personas, unidos a una barra direccional, de entre 2,5 y 3 metros de longitud. Un guía vidente encabeza el equipo, seguido de una persona ciega total y completando la tripleta un deportista con discapacidad visual.