Estas instalaciones, en las que la compañía invirtió cerca de 1.100 millones de dólares (1.000 millones de euros), iniciaron su actividad en noviembre de 2009 y en la actualidad producen más del 40% de los vehículos de Kia fabricados en Estados Unidos.
El presidente de la filial estadounidense de Kia, Hyun-Jong Shin, calificó de "éxito destacable" la producción de dos millones de vehículos en menos de siete años y aseguró que el hito es "motivo de orgullo".
La filial ha creado más de 15.000 empleos en West Point y en el conjunto de la región, y ha logrado situarse en la clasificación de los cinco centros de mayor actividad de Estados Unidos.