El combinado de Quim Paüls, relevo de Carlos Feriche tras la marcha de este tras el título mundial de Angola en 2013, quiere seguir siendo la gran dominadora de esta competición, que ha conquistado desde 2005 sin que ninguna de sus rivales haya podido evitarlo. Desde que fuera tercera en el Mundial de 2003, España ha dominado el panorama de este deporte con diez títulos de once posibles en las grandes citas.
De hecho, sólo se le escapó el Europeo del año pasado en Alcobendas (Madrid), donde finalizó segunda y sin perder ningún partido, cediendo únicamente dos empates ante Italia, campeona, y Portugal, que se presentan, junto a Argentina, como las grandes amenazas en La Roche-sur-Yon, donde ya se proclamó campeona continental en 2004.
La actual campeona comenzará este sábado su participación con el siempre complicado debut y con el añadido de hacerlo ante una anfitriona que sueña con dar la campana ante un equipo que sigue liderado por su sempiterno capitán Pedro Gil y que afronta la necesaria y obligada renovación.
Además del equipo francés, el resto de rivales son Angola y Holanda. Los de Pauls no pueden fallar porque en caso de no pasar como primeros se arriesgarían a cruzarse en los cuartos de final con Argentina. Si cumplen y superan el primer partido a vida o muerte, la teoría indica que sería Italia la rival por un puesto en la gran final.