Landa viene de firmar un excelente Tour en el que solo su posición de escudero de Chris Froome le impidió subir al podio final en París. Una semana después de cerrar la 'Grande Boucle', quiere seguir exhibiendo su gran momento de forma en Guipuzcoa.
El alavés, que aún debe desvelar cuál será su equipo la próxima temporada, esta vez sí será el jefe de filas del Sky secundado por compañeros como Michal Kwiatkowski o Mikel Nieve, otros ciclistas importantes en el cuarto Tour de Froome.
Un año más, el cartel de la Clásica vuelve a ser muy interesante y reúne a varios ganadores de los últimos años salvo Alejandro Valverde (Movistar), que sigue de baja tras su grave accidente en el Tour, y Adam Yates, aunque el Orica tendrá una buena opción con su hermano Simon.
De esta forma, no faltarán Bauke Mollema (Trek-Segafredo), que defenderá título y viene de ganar una etapa en el Tour, ni Tony Gallopin (Lotto Soudal) y Philippe Gilbert (Quick-Step), que adornaron sus cabezas con la tradicional 'txapela' en 2013 y 2011, respectivamente.
ZUBELDIA CIERRA DOS DÉCADAS EN LA ÉLITE
La lista de aspirantes se completa con el 'renacido' Rigoberto Urán (Cannondale), segundo en el Tour, o los belgas Greg Van Avermaet (BMC) y Jan Bakelants (AG2R La Mondiale). Sin embargo, la principal atracción para la afición local será Zubeldia en su última prueba como profesional.
El ciclista de Usúrbil se hizo profesional con 20 años en las filas del Euskaltel-Euskadi, donde corrió durante 11 años hasta su fichaje por el Astana en 2009. Solo una temporada después firmó por el RadioShack, donde ha permanece bajo la actual denominación del equipo, Trek-Segafredo, y con el que acaba de disputar el decimosexto Tour de su carrera.
Este año, la Clásica tendrá su recorrido más largo en cuatro años con 231 kilómetros y un recorrido similar al de las últimas ediciones con ocho puertos. Se subirá dos veces Jaizkibel (1ª categoría) y los puertos de 2ª categoría serán Arkale (dos veces), Iturburu y Murgil. Dos puertos de 3ª, Meaga y Alkiza, completan los 52 puntos que decidirán al ganador del premio de la montaña. Como es tradicional, la carrera acabará en el Boulevard de San Sebastián con un kilómetro llano y depejado que facilitará una llegada limpia.