Será la etapa más corta de esta edición, y durará entre tres o cuatro días, "un sprint", como lo definió Xabi Fernández. Sin embargo, no estará exenta de complicaciones. A las 15.00 hora española zarpará la flota rumbo a la localidad gala, pero el viento de la costa lusa, la posibilidad de tormentas en la Costa da Morte y las olas del Golfo de Vizcaya amenazarán a las embarcaciones participantes antes de recalar en la Bretaña francesa.
Al dejar atrás el río más largo de la península ibérica, los barcos pondrán rumbo directo hacia la localidad de Lorient sin pasar por las Islas Azores, como sí ocurrió en la edición 2011-12. Esto significa que los 7 Volvo Ocean 65 podrían tener durante muchas millas la Nortada de cara, el duro viento del Norte que en ocasiones barre la costa portuguesa durante varios días seguidos con intensidades por encima de los 30 nudos.
Además, deberán pasar la Costa da Morte coruñesa y el Golfo de Vizcaya, dos pasos con dificultad, y se enfrentarán a dos zonas de exclusión por tráfico marítimo, una nada más salir de Lisboa y otra en el Cabo Fisterra, en la provincia de A Coruña, donde se registrarán hasta 40 nudos en ceñida hasta Lorient.
De ahí hasta la llegada será navegación en línea recta, pero no por ello menos complicada: en la pasada edición las tormentas en esta zona dificultaron considerablemente la etapa.