Después del festejo, la expedición ha puesto rumbo al aeropuerto de Tokio desde donde han salido a las cinco de la mañana, hora española. El equipo llegará a la Ciudad Condal sobre las seis de la tarde.
Tras el largo viaje, el trabajo se centrará en que el equipo descanse y se recuperen lo antes posible del jet lag para comenzar a preparar el siguiente compromiso: la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, que el Barcelona disputa el próximo jueves ante el Hospitalet.
El Barcelona se ha impuesto por segunda vez en tres años en el Mundialito de Clubes con contundencia y sin que ninguno de los rivales le pueda hacer sombra. Todas las miradas se vuelven a posar sobre un equipo que sigue haciendo historia.
Los blaugranas regresan a casa cansados tras la fiesta, pero muy contentos y satisfechos tras lograr un nuevo título para las vitrinas del club. En unas horas, los jugadores podrán celebrarlo con su afición.